A sus 62 años y cuatro décadas de carrera musical nunca ha dado el primer paso musicalmente conservador en la música.
Para bien o para mal hay artistas que a pesar de los años tienen un ansia de seguir siendo transgresores, influyentes y relevantes.
Este es el caso perfecto de Madonna. Y aunque muchos critiquen su imagen y digan que ya no está para esas cosas, a ella poco le ha importado.
Sus discos, aunque ya no tengan el mismo impacto de décadas pasadas, siguen en busca de tendencias, proponiendo nuevos productores y respaldando nuevas figuras y artistas.
Cuando Madonna publicó su primer disco a inicios de la década de los 80’s tenía 23 años.
Ya había recorrido las calles y clubes de Nueva York en busca de una escena y sonido con el cual identificarse.
Ese primer disco auto titulado Madonna vino de abajo hacia arriba. Los primeros lanzamientos no lograron el reconocimiento de entrada. Hasta que la tercera canción estalló y nadie la pudo detener más. Esa canción fue Holiday, su primer gran hit mundial. Cuatro décadas después, rara vez falta en el setlist de algunas de sus giras.
Su segundo disco se publicó en 1984, se llamó Like a Virgen .
El día que se presentó en los Premios Mtv cantando sensualmente la canción con un traje de novia, provocó a todos retozando en el piso. En ese mismo instante se convirtió en una estrella. Y desde ese día no ha dejado de provocar una y otra vez a la audiencia.
La década de los 80’s la cerró con uno de sus más brillantes discos: Like a prayer, otra de esas inolvidables canciones, con uno de los más provocadores videos rodados hasta ese momento de la historia. Ahí se atrevió a retar a la iglesia con su contenido visual.
Aunque muchos adoren a la Madonna de los 80’s ,la de los 90’s fue musicalmente mucho más atrevida e innovadora.
Se adentró en los sonidos electrónicos primero que nadie. Abrió una ventana a productores y Dj’s del underground y los proyectó al mundo mainstream o masivo.
Siempre estuvo acompañada de una descarga de toda su sexualidad llevada hasta el límite.
Publicó en esta década tres grandes discos: Erótica , Bedtimestories y Ray of light. Esté último muchos lo consideran el mejor de su carrera.
Todos estos lanzamientos estuvieron acompañados de sus incursiones en el cine, tanto como actriz, directora y aportando estratégicamente a bandas sonoras.
Madonna abrió el nuevo siglo con Music el que personalmente considero el último gran disco de su carrera. Mezcló sonidos dance, electrónicos, funk, house, rock y hasta country.
Para el 2003 sufrió su primer revés musical con American Life donde la provocación vino ahora por el lado político, pero en lo musical se quedó corta.
Completó esa primera década con dos discos interesantes: Confessionson a dance floor y Hard Candy. Pero lo que más recordamos de esta década fue esa aparición en los Premios Mtv del 2003 donde protagonizó el más inolvidable momento de la historia de los mismos: el beso con Britney Spears y Christina Aguilera.
Sus discos más recientes: MDNA, RebelHeart y Madame X, han estado distantes en éxito a sus anteriores lanzamientos, sin embargo, no se han detenido en la experimentación musical y en la validación de nuevos artistas, como es el caso de su colaboración con Maluma en una canción llamada Medellín. Pero su último gran momento de esta década fue su aparición en el Superbowl del 2013.
Todos tenemos una Madonna favorita, la de una canción, la de un video, la de una foto o la de un concierto. Ya son 40 años desde su primer lanzamiento y les aseguro que la historia aún no termina.