¿Cuál es el origen de la señal con el dedo corazón de la mano para ofender o insultar? Adolfo Frías, B/quilla
Levantar el dedo medio ha sido el gesto obsceno más común en la historia, y su origen se pierde en la noche de los tiempos. En Las nubes (420 a. C.), obra del comediante griego Aristófanes, considerada por él como la más notable de sus comedias, aparece la primera mención histórica del filósofo clásico Sócrates, a cuyas clases acude a estudiar un individuo ignorante y tosco, llamado Estrepsíades. Refiriéndose a la poesía, Sócrates le preguntó si primero quería aprender de ‘medidas’, de ‘ritmos’ o de ‘palabras’. Estrepsíades escogió las ‘medidas’ porque hacía poco un tasador de medidas de harina lo había estafado (recordemos que se trata de una obra burlesca). Cuando Sócrates, desconcertado, le pidió que hablara de ‘ritmos’, le respondió que solo conocía el ‘ritmo digital’ (o lo relativo a los dedos), y para probarlo “levantó el dedo corazón”, con lo que agravió al filósofo, que reaccionó con una tanda de improperios. Más allá de la comedia de Aristófanes, el gesto indecente que encarna el dedo del medio erguido evolucionó, pues, aunque siguió en posición vertical, los restantes dedos se recogieron, de tal modo que la señal terminó semejándose al pene y a los testículos. No es claro cuándo esta acción empezó a llamarse ‘hacer pistola’, pero es seguro que se debe al habla popular. A propósito, ‘hacer pistola’ la usa García Márquez en El otoño del patriarca, cuando uno de los áulicos del dictador lo previene contra otros sujetos: “… para verle la cara a la verdad mi general, para que sepa que nunca nadie le ha dicho lo que piensa de veras, sino que todos le dicen lo que saben que usted quiere oír mientras le hacen reverencias por delante y le hacen pistola por detrás…”.
¿Qué es hacer el cajón? Eloísa Rivera S., Bogotá
Nadie lo dice mejor que Consuelo Araujonoguera, en su Lexicón del Valle de Upar: “[Hacer el cajón] es valerse de modos indebidos para despojar a otro de algo que tiene, le corresponde o ha recibido (novia, puesto…): ‘Luché mucho por este puesto para que ahora vengas a hacerme el cajón’. Esta expresión parece tener su origen en la vieja costumbre de mandar a hacer el cajón según el estado de gravedad del enfermo, cosa de que cuando falleciera ya estuviera lista la caja mortuoria. El ingenio popular decidió que una persona a la que se despoja de algo que ha conseguido con esfuerzo (y mucho más si es la novia) queda ‘muerta’ en el campo en que se llevó a cabo el despojo. Dícese también ‘hacer la patuleca’ ”.








