Los antiguos griegos creían que las musas dotaron a los sabios con el poder melodioso de la palabra. Habladas o escritas, puestas en la voz o en el papel, las letras hacen parte de la ética personal y de la estética colectiva. El encanto de la política inicia con la elocuencia. La decepción del líder empieza con la incoherencia. ¿Encantas o decepcionas?
La forma más elevada del liderazgo es la presentación magistral de la palabra. Quien habla bien puede actuar mejor. No se requiere ser un gran orador para utilizar los recursos ofrecidos por el lenguaje. Si se quiere decir algo agradable, atractivo, convincente o seductor, necesariamente se deben considerar las reglas del idioma. La Libertad no es enemiga del orden. Principalmente a la hora de celebrar.
La efusividad se vuelve agresión, si lo que rodea la celebración desmedida, es la nostalgia o el dolor del que padece una situación difícil o sufre alguna afectación por la situación actual de su vida, el estado de su entorno, o la novedad del contexto en el que se intenta contagiar con la alegría de la victoria y las conquistas personales.
Reaccionar al estímulo de forma descontrolada expone la incapacidad para gestionar las emociones. Actuar impulsivamente no es aconsejable para ningún tipo de liderazgo. Si las emociones determinan el carácter de las decisiones, la imagen que proyecta quien las toma es una proyección inestable de su personalidad o la descripción más precisa de la inmadurez o ausencia de inteligencia emocional.
La elocuencia contiene la habilidad comunicativa potenciadora de las ideas, bien sea para ilustrar, argumentar, defender, cuestionar, denunciar o afirmar planes, aspiraciones, sueños o fantasías. Es la elegancia de la persuasión. La poesía de la razón expresada con detalles, gestos e intenciones. Contiene el símbolo de la belleza y el atuendo preferido por las palabras.
La ‘Estilocuencia’ contiene las características, formas, distinciones, invenciones, patrones y esquemas de la conducta, los valores y las tradiciones mostrando la expresión voluntaria o involuntaria de la personalidad, el método elegido para convivir y la forma preferida para vestirse, comunicarse o interactuar. Es el arte de la apariencia revelando los secretos del ingenio. Es el sello natural de la identidad. La guía doctrinal de las emociones.
Liderar es mucho más que influir, decidir, dirigir, imponerse o mandar. Requiere aptitud, método, calidad, educación, valor, determinación, tacto, inteligencia, estrategia, habilidad y mucha coherencia. ¿Quieres ser o eres líder? ¿Qué muestra de ti la ‘Estilocuencia’?