No sólo por el hecho de que dentro de 47 días celebrará los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que es importante, Barranquilla se muestra viva, en plena ebullición, convertida en una ciudad que gana cada día, que se mira al espejo y sonríe. Barranquilla está viviendo una evolución asombrosa, una transformación como jamás había experimentado. Barranquilla vive.
La inauguración del estadio de béisbol Edgar Rentería ha ayudado lo suyo. No sólo ha sido noticia en los medios locales, sino también en importantes medios de Miami. Pero, además, ha sido fundamental para que el alcalde Alejandro Char, el líder de toda esta transformación, invitara al embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, y al exembajador William Brownfield. El alcalde logró que la mano derecha del actual presidente estadounidense, Donald Trump, para las relaciones con este país, y su antecesor, se pusieran un guante de béisbol y lanzaran la primera bola en el espectacular estadio Édgar Rentería. Y Brownfield, además, bateaba una frase: “Barranquilla es un hub para el comercio internacional en Colombia”. Una foto para la historia y una declaración a tener en cuenta.
Pero al mismo tiempo que el deporte se tomaba la ciudad, Juancho Jaramillo estaba presentando en el Senado de Francia, como invitado especial, el modelo de nuestras Casas Distritales de Cultura en el marco de un coloquio internacional.
Si deportivamente a la ciudad sólo le ha fallado el Junior en este semestre, culturalmente el listón ha subido a un pico muy alto. Unos días después que Julio Olaciregui presentara su nuevo libro Las palmeras suplicantes, Mauricio Vargas hacía lo propio con la novela La noche que mataron a Bolívar. Y en la Sala Boston, Cinemateca del Caribe programaba un Festival de Cine Fútbol que termina hoy con grandes proyecciones y debates interesantes. Y para el próximo fin de semana, en Puerta de Oro llega Expo ProBarranquilla, un escenario ideal para conocer las apuestas de competitividad que la ciudad y el Atlántico están impulsando para su desarrollo económico.
Una ciudad sube en categoría, gana estrellas y llama la atención del turismo y los empresarios cuando en ella hay una actividad cada semana. Y eso está pasando hoy en Barranquilla. “Si Macondo es la ciudad del pasado en Colombia, Barranquilla es la ciudad del futuro”. No lo dijo un cualquiera. Lo dijo William Brownfield.