El excampeón mundial peso pluma ‘Kid Chocolate’ (Eligio Sardiñas en sus pasaportes) permanecía solitario en su modesta vivienda, rumiando su época de oro y sus parrandas en el Lido de París, que para los años 20 era el centro más alto y lujoso de la diversión.
Ya prácticamente ‘Chocolate’ no tenía actividad alguna; permanecía en su casa, pero últimamente no aparecían por allí los grandes astros de Hollywood que tenían ya otros profesores de baile. Los turistas llegaban a La Habana y de inmediato se apuntaban con grandes profesores de baile
No parece factible que los astros de cine le huyeran a ‘Chocolate’, pero lo cierto era que ‘El Choco’ había quedado sin discípulos de ninguna clase.
Por conducto de ‘Flash’, seudónimo de un periodista cartagenero, llegamos a enterarnos de la práctica que en los últimos años ejercía ‘Chocolate’ con las artistas de Hollywood que llegaban a La Habana y les encantaba las clases de baile que les dictaba el expúgil cubano.
Alrededor de esto se conoció por intermedio del comunicador, que ‘Chocolate’ se había dedicado a fotografiar sigilosamente, en forma clandestina, cuando convencía a las artistas a desvestirse, una vez eran conquistadas por él; algunas no aceptaban la desnudez y otras quedaban en paños menores.
‘Chocolate’ tenía un amigo que lo apreciaba y siendo representante a la cámara de Cuba, hizo aprobar un proyecto de ley que le otorgaba a ‘Chocolate’ una pensión de por vida de 300 pesos mensuales. ‘Chocolate’ vivía agradecidísimo con el parlamentario José Pardo Llada, autor de la pensión. En el ínterin el pegador quiso donarle el álbum a Pardo Llada, y para tales efectos se encargó a ‘Flash’ de viajar a La Habana y traerse el álbum en cuestión.
A partir de ese momento no se sabe quién tiene el álbum, si Pardo Llada o ‘Flash’. Hemos tratado de indagar con ‘Flash’ la suerte del álbum, pero estas ocupaciones del periodismo diario, no nos ha permitido contactarlo.
Trataremos de entrar en contacto con el prestigioso columnista para saber cuál ha sido la suerte del mencionado álbum, aunque mucho tememos que se haya extraviado o haya cogido un rumbo que hasta ahora es desconocido.