Más de un aficionado y no digamos periodistas fueron sorprendidos por la última alineación de Comesaña para afrontar la vuelta de la semifinal de la Copa Águila contra Patriotas en el Metropolitano. De entrada jugaban Teo Gutiérrez y Yimmi Chará, recién llegados de Perú, donde habían participado de la clasificación de Colombia para el Mundial de Rusia. Teo no jugó ni un minuto. Chará, en cambio, salió en las postrimerías del partido.

Sobre el papel los dos cracks del Junior necesitaban descanso. Llevaban varios días sin participar en los entrenamientos del equipo y, además, aunque no jugaran en Lima había un plus de desgaste importante entre lo vivido con la selección y el largo viaje de regreso. Comesaña explicó al final del partido que él había hecho una alineación sin Teo y Chará, pero que los dos quisieron jugar contra Patriotas. La declaración del técnico, que alguno puede interpretar como una debilidad de su parte ante las estrellas del vestuario, descubre la mejor noticia que puede tener Junior en este momento, que no es otra que el tremendo compromiso que tienen sus dos cracks con el equipo, el entrenador y la afición.

Cuando Guardiola tomó el cargo de entrenador del Barcelona, por allá en el 2008, una de las declaraciones que más llamó la atención en su primera rueda de prensa fue en la que más o menos llegó a decir que no prometía títulos, pero sí esfuerzo y compromiso. “Puedo perdonar la falta de acierto, pero no la falta de esfuerzo. El talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo es de cada uno”, dijo el DT. Teo y Chará tenían una excusa válida para no jugar contra Patriotas que, seguramente, nadie habría discutido. Ni tampoco nadie habría dudado de su profesionalidad. Pero quisieron participar de un partido importante para la entidad y, especialmente, para una afición que acudió en masa al estadio. No tuvieron acierto, pero aguantaron todo el partido.

Por otro lado, el entrenador también tenía una buena excusa para no alinearlos y tampoco nadie lo habría criticado. Comesaña validó el compromiso de los jugadores porque, entre otras razones, su sola presencia en el terreno de juego intimidaba al rival. La decisión podía haber salido por la parte de atrás de haber sido eliminado Junior o, algo todavía peor, que uno de los dos cracks se hubiera lesionado. Pero la decisión salió mejor de lo esperado. El equipo está en una final. La afición está ilusionada. Y, lo más importante, Chará y Teo, que tienen una fuerte influencia en el vestuario, reforzaron su profesionalidad. El ‘Metro’ puede sentirse orgulloso del compromiso de sus dos máximas estrellas, y, sobre todo, esperanzado en que este equipo proporcionará grandes alegrías. El compromiso de todos siempre ha sido garantía de éxito.