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En medio del debate sobre la reforma laboral, el senador Miguel Ángel Pinto, firmante de la ponencia que busca archivar la iniciativa, se pronunció de manera contundente al responsabilizar al presidente Gustavo Petro por cualquier hecho que pueda poner en riesgo su vida y la de otros miembros de la Comisión Séptima del Senado.

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El pronunciamiento del congresista surgió luego de que el presidente Petro, a través de su cuenta en X, se refiriera a la posibilidad de que la reforma fuera archivada.

“Si la Comisión VII hunde las reformas que necesitan los trabajadores y el pueblo de Colombia, habrá una ruptura entre el Congreso y el Gobierno. Espero que no cometan tamaña irresponsabilidad con Colombia”, expresó el mandatario.

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Ante este mensaje, Pinto manifestó su preocupación por lo que calificó como una incitación a la violencia.

“Hacemos responsable directamente al presidente de la República por lo que nos pueda pasar a nosotros”, declaró el senador, señalando que los miembros de la Comisión han solicitado medidas de protección. Además, indicó que podría recurrir a instancias internacionales para reforzar su seguridad.

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El senador agregó que su mayor preocupación no es el debate en sí, sino la seguridad de su familia. “No tengo miedo de enfrentar el debate porque lo tenemos con argumentos. Me preocupa mi familia y lo que pueda pasar con mi familia por las amenazas del señor presidente de la República”, afirmó.

Horas antes de este pronunciamiento, el congresista ya había respondido a la publicación del jefe de Estado, denunciando exactamente lo mismo, manifestando que las declaraciones de Petro no solo ponían en riesgo su vida, sino también la de los demás senadores.

El debate de la reforma laboral

La reforma laboral, junto con la de salud, ha enfrentado obstáculos en el Congreso desde su presentación. En esta ocasión, la ponencia de archivo cuenta con el respaldo de ocho senadores en la Comisión Séptima, lo que sería suficiente para frenar la iniciativa.

Frente a este panorama, el Gobierno ha reiterado su llamado a la movilización ciudadana como una estrategia para presionar por la aprobación de sus propuestas.

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Con una mayoría en contra dentro de la Comisión y la falta de votos para revertir la decisión, el futuro de la reforma laboral parece incierto. Y es que, de no lograrse un cambio en la votación, la iniciativa sería archivada en su tercer debate, lo que representaría un revés para la agenda legislativa del Gobierno en materia de regulación del mercado laboral.