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A pesar del fracaso de la ley de financiamiento hace un par de semanas en el Congreso, que esperaba recaudar entre $9,8 billones y $12 billones, el gobierno del presidente Gustavo Petro decretó el Presupuesto (desfinanciado) de 2025 por $523 billones planteados inicialmente.

Esto luego de la más dura derrota del Ejecutivo en el Congreso: las Comisiones Económicas Conjuntas archivaron la que el Gobierno llamó ley de financiamiento y la oposición e independientes reforma tributaria para cumplir con la hoja de ruta trazada por la Casa de Nariño en materia de gasto social.

“He firmado el presupuesto desfinanciado en 12 billones de pesos tal como se presentó al Congreso de la República y tal como ordena la Constitución nacional”, manifestó el presidente en su cuenta de X.

Renglón seguido, el mandatario explicó que en el decreto de liquidación “se expresará cuáles partidas de funcionamiento e inversión se aplazarán en el 2025, mientras se consigue la financiación necesaria que no fue posible por la acción oscura de los dueños de los juegos de suerte y azar ilegales dentro de las comisiones económicas del congreso”.

Los congresistas que se opusieron argumentaron que los ciudadanos y las empresas no aguantan más impuestos; el Gobierno afirma que solo se gravaba a los grandes capitales y las empresas más poderosas, sobre todo del sector de hidrocarburos.

El proyecto, que arrancó con una meta de $12 billones, luego bajó a $11,5 billones y finalmente quedó en $9,8 billones, se presentó con una semana de retraso en medio del huracán que produjo otra oleada más del escándalo de corrupción de la Ungrd, que precipitó la renuncia del ex ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y la llegada a la jefatura de la cartera del entonces viceministro Diego Guevara.

Tras el archivo de la ley de financiamiento en su primer debate, Petro anunció cambios en las esferas tributarias, compensar con el salario mínimo, priorizar el crédito a la economía popular y que las organizaciones populares sean las grandes contratistas con el Estado, cambiar la fórmula tarifaria de la energía duplicar el impulso del turismo y un remezón en el gabinete.