Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, volvió a defenderse de las acusaciones lanzadas en su contra por parte de María Alejandra Benavides, su exmano derecha, en el marco del escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, UNGRD.
La contraversia se generó luego de que Benavides asegurara ante la Fiscalía General de la Nación que la mayoría de decisiones que se tomaron en el entramado de contratos redirigidos para favorecer a congresistas contaron con el aval de Bonilla.
“Voy a asumir la defensa, lo que se está diciendo tiene muchas especulaciones. Aquí no hay cupos indicativos y ni compra de congresistas”, dijo el funcionario este martes desde San Andrés.
Contexto de las declaraciones de Benavides
A la pregunta de la fiscal del caso “¿El ministro sabía que Sneyder o más bien que los congresistas le estaban enviando a usted el contacto de las personas encargadas de los contratos en las regiones?”, Benavides respondió: “Sí señora, él (Bonilla) lo sabía”.
La exasesora del ministro de Hacienda afirmó que él supo que eran los congresistas, los hoy señalados por la Corte Suprema, los que estaban poniendo a sus contratistas.
“¿Y él sabía que esos contactos eran de políticos y de contratistas?”, preguntó la fiscal.
Ante esto, Benavides aseveró que “él (Bonilla) sabía que esos contactos los había sacado yo de lo que me habían pasado los congresistas que tenían los cupos indicativos. Yo no les puedo decir mentiras a ustedes. No sé. Yo no podía cuestionarlo. Pero aquí estoy segura de que el ministro sabía que esos contactos eran para ellos y que a cambio le iban a dar esos créditos”.
Debido a lo anterior, diferentes sectores políticos solicitaron la renuncia inmediata del ministro Bonilla.
“Las revelaciones sobre Ricardo Bonilla y su injerencia en la trama de corrupción de Olmedo López en la Ungrd deben detener cualquier aprobación presupuestal hasta que se retire de su cargo. No se le puede entregar un solo peso más a este desgobierno hasta que se revelen todos los responsables de semejante asalto al erario. Adicionalmente, las reformas que se gestionaron hasta el momento deben quedar sin ningún efecto. Esta administración no es legítima para gobernar a la luz de los hechos”, comentó Enrique Gómez, director del movimiento Salvación Nacional.
A su turno, el senador David Luna, de Cambio Radical, señaló: “el ministro Ricardo Bonilla debe renunciar. Cada día hay más pruebas que demuestran que la corrupción ha alcanzado las más altas esferas del gobierno”.
Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, catalogó de “inmoral” el Gobierno de Gustavo Petro.
“¡Qué vergüenza! ¿En qué convirtió Petro este país? Ya venía mal, pero ahora está peor. Este reporte revela cómo movieron coimas para comprar votos de congresistas. Este es un gobierno inmoral”, reprochó.