BOGOTÁ. Fuentes de las Fuerzas Militares informaron en un comunicado que como aporte a la consolidación de la paz y la seguridad de la población civil, y contribuir a la economía circular y la protección del medio ambiente, para el próximo 5 de diciembre, en las instalaciones de Acerías Paz del Río, realizarán la destrucción y transformación de cerca de 23.500 armas de fuego que han sido incautadas o entregadas por la comunidad.
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“Estos elementos serán convertidos en materia prima vital para la construcción de proyectos de infraestructura que beneficien a la población civil y a la Fuerza Pública. El resultado de esta transformación se constituirá en insumos para la consolidación de proyectos sociales, generando bienestar. Dichas obras se verán reflejadas en estribos, flejes, acero figurado, pernos, cerchas, varilla corrugada, malla electrosoldada, alambres, entre otros, necesarios para obras como puentes, vías, escuelas, colegios, plantas de tratamiento de aguas, bases y alojamientos militares, entre otros”, se lee.
Esto en medio de la iniciativa ‘Destruyendo el miedo, construyendo esperanza’ y con el objetivo de transformar las armas incautadas y decomisadas en desarrollo de operaciones militares y de policía en los últimos años, así como las entregadas de manera voluntaria.
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La fundición se realizará en la Planta Industrial en Belencito, Nobsa, Boyacá, y contará con un acto simbólico en las instalaciones de la siderúrgica, dando cumplimiento del Decreto 2535 de 1993, en el cual se instaura el deber legal del Estado de destruir el material decomisado que, entre otras razones, no pueda ser reconvertido o utilizado por la Fuerza Pública.
Agrega el boletín que esta es la segunda vez que Acerías Paz del Río realiza el proceso de fundición.
“Entre el material que será destruido se encuentran armas de fuego como revólveres, pistolas, fusiles, carabinas, ametralladoras, subametralladoras, morteros y lanza granadas de diferentes calibres, así como accesorios para las mismas, las cuales fueron incautadas principalmente en operaciones militares y de policía en contra de grupos armados organizados y delincuencia común, logrando evitar su empleo en acciones contra la vida, la seguridad y el bienestar de los colombianos”, indica el documento.
Y añade el reporte que en esta ocasión también se incluirán armas traumáticas, las cuales habrían sido modificadas por los criminales de manera ilegal para ocasionar una mayor afectación y letalidad. Además de que esta clase de elementos ya son considerados armas de fuego.
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“Desde 1992 ya han sido destruidas más de 670 mil armas de fuego de corto y largo alcance, muchas de ellas empleadas contra la dignidad humana y actividades criminales. El material obtenido de estas fundiciones se ha empleado en la construcción de monumentos de memoria histórica, obras civiles, herramientas agrícolas, para viviendas de interés social, entre otros”, concluye la información.