Alejandro Eder Garcés, caleño, de 48 años, experto en desarrollo social y resolución de conflictos, gobierna la ciudad anfitriona de los 18 mil asistentes a la COP16. Estos últimos nueve meses se ha dedicado a unir esfuerzos para reivindicar ante el mundo la importancia de Colombia en la solución de la crisis de biodiversidad, cerrando espacios a intereses políticos particulares, y convocando a asumir mayor responsabilidad en la conservación de nuestra riqueza natural, de la mano de comunidades afrocolombianas e indígenas. Esta es su visión de la cita que se inicia hoy.
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¿Qué ha significado para Cali la organización de la COP16?
Cali es anfitriona del evento más importante que se haya hecho Colombia en toda su historia. De ese tamaño es el reto. Y por eso hay muchos significados, pero cito tres que son claves:
En primer lugar, la COP16 le ha dado un impulso muy fuerte al propósito que nos hicimos al iniciar este gobierno, de volver a unir y reconciliar a los caleños. Para nadie es un secreto que recibimos una ciudad con su espíritu muy fracturado, pero la cumbre nos ha unido nuevamente en el propósito de lograr cosas grandes que nos llenan de orgullo, de recuperar la dignidad de Cali.
Lo segundo es que estamos poniendo a la ciudad ante los ojos del mundo entero. Hemos reiterado el mensaje de que en Cali es donde debes estar y hoy representantes de más de 190 países están aquí. Nuestro propósito desde el día uno ha sido internacionalizar la ciudad, posicionarla como un lugar estratégico de América Latina, enfatizar que esta ciudad megadiversa es la puerta de entrada al Litoral Pacífico colombiano –uno de los ecosistemas más importantes del planeta–, es una tarea clave que con todo el equipo nos propusimos y ¡lo estamos haciendo!
Y en tercer lugar, la COP16 ha significado una muy importante inyección de recursos para la economía caleña. A la fecha, la ciudad tiene una ocupación hotelera del 97 %, con un 80 % de visitantes extranjeros, y eso va a dinamizar muchas actividades productivas.
¿Cuáles han sido los mayores retos de ser sede de un encuentro tan multitudinario?
Mientras en ediciones anteriores las ciudades anfitrionas tuvieron 2 años para organizar el evento, nosotros lo hicimos en 9 meses. Esto ha implicado fortalecer acciones para garantizar la seguridad de los caleños y de los miles de representantes de cerca de 200 países que vendrán.
También, organizar todo lo necesario para que la discusión de la COP16 se lleve a cabo bajo los estrictos estándares de la ONU. Igualmente, adecuar a la ciudad y prepararla para recibir una cantidad de visitantes que nunca antes había llegado, con un valor agregado: esta ha sido la COP de la Biodiversidad más concurrida de la historia con más de 18 mil personas acreditadas. Pero el reto que más satisfacciones nos deja hasta hoy ha sido el de la articulación con el Gobierno nacional, el gobierno del Valle del Cauca y con los de otras regiones del país.
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¿Se ha calculado el impacto en materia económica para la ciudad?
Estimamos que la COP16 le dejará a la ciudad más de 25 millones de dólares aproximadamente, es decir, más de 100.000 millones de pesos. Se generan alrededor de 5.000 empleos, entre directos e indirectos, y solo el sector hotelero tendría ingresos por 11 millones de dólares, mientras que el comercio de bares, restaurantes y similares, de 5 millones de dólares adicionales. Pero el mayor aporte que le dejará esta COP a la ciudad no se puede medir en cifras, y es que el mundo a partir de hoy, sabrá lo que es Cali y asumimos la responsabilidad de ser los mayores voceros y guardianes de la biodiversidad.
¿Cuáles son los puntos fuertes que Cali, como anfitriona, aspira a que se destaquen de ella?
Queremos que el mundo sepa que la COP16 convierte a Cali en la primera gran ‘biodiverciudad’ de Colombia, es decir, una urbe estratégica para contribuir a la solución de la crisis ambiental que enfrenta el planeta. Cali es la capital del Pacífico colombiano, estamos ubicados en uno de los ecosistemas más importantes del planeta, el Chocó Biogeográfico, y con la COP16 vamos a convertirnos en la gran plataforma para la protección de esa enorme riqueza natural que poseemos en todo el país, pero muy especialmente en la región suroccidental.
Sostenibilidad de los recursos naturales, protección de la biodiversidad y defensa de los liderazgos ambientales son aspectos centrales de la COP16, ¿cuál es el aporte de Cali a esta conversación?
Cali será un laboratorio para que los gobiernos entiendan que, además de concretar las discusiones técnicas requeridas sobre el problema, es indispensable involucrar de manera efectiva a los ciudadanos en la búsqueda de las soluciones.
Por eso aquí haremos una COP inédita. Además de la Zona Azul, que acogerá a los negociadores, vamos a tener una enorme Zona Verde para que los ciudadanos de a pie se involucren, conozcan y comprendan las acciones puntuales que pueden desarrollar en sus vidas para aportar soluciones a la crisis. Y esa Zona Verde, en realidad, estará dispersa por toda la ciudad, en universidades, parques, en espacios abiertos en los que la gente podrá tener experiencias reales.
¿Cómo se garantizará la seguridad de los jefes de estado y las delegaciones que asistirán a la cumbre, ahora que el Valle del Cauca afronta grandes desafíos en esa materia?
La seguridad de los visitantes a la COP16, y por supuesto de los caleños, está plenamente garantizada. Hemos diseñado con el Ministerio de Defensa, la Gobernación del Valle, la Fuerza Pública y con la asistencia técnica del equipo antiterrorismo de la Policía de Nueva York, un esquema de seguridad con más de 11.000 efectivos, tecnología de última generación para labores de inteligencia y para controlar posibles eventualidades, además del apoyo de los Cascos Azules de la ONU, que son los responsables de proteger la Zona Azul.
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¿Cuál ha sido el apoyo en materia de seguridad que Estados Unidos les ha brindado?
Ha sido un respaldo absoluto. Logramos que la Policía de Nueva York, experta en atender desafíos de esta magnitud, se sumara con una delegación que ha brindado asistencia técnica y acompañamiento a la Policía Nacional. Eso es fundamental pues estamos hablando de uno de los equipos antiterrorismo más importantes del mundo.
Alejandro Eder, en su primer año como alcalde, ¿cómo ha vivido este reto?
Con una intensidad que tal vez nunca antes había experimentado y una alegría inmensa por ver de nuevo a los caleños pensando en grande, viendo como en el mundo entero reconoce a nuestra ciudad por algo positivo. Estoy expectante por el resultado de la cumbre y muy feliz porque la COP16 es parte de lo que soñé cuando me propuse recuperar a Cali. Nos queda mucho por hacer, pero esto demuestra que vamos por el camino correcto y los caleños así lo están entendiendo.