El estado de Nueva York adoptó un proyecto de ley que prevé la reducción de 85% de sus emisiones contaminantes para 2050, un texto considerado pionero en materia de cambio climático y justicia social.
Celebrada por asociaciones de defensa del medio ambiente como el Sierra Club, que consideran que la ley es 'la más ambiciosa del país en cuanto a justicia climática'. La norma prevé sobre todo que el origen de la energía utilizada en este estado con 20 millones de habitantes provenga en un 70% de fuentes renovables antes de 2030.
También consagra un 35% de las inversiones públicas ligadas al cambio climático a las comunidades más desfavorecidas, y amortiza el golpe para los trabajadores empleados en los sectores económicos más afectados por la transición energética. 'Mientras Washington sigue de brazos cruzados, Nueva York muestra el camino', se congratuló en un comunicado el senador estatal demócrata Todd Kaminsky, uno de los principales impulsores de la ley.
El texto 'prácticamente eliminará las emisiones neoyorquinas, alienta la producción de energía renovable, crea empleos verdes, invierte en las comunidades desfavorecidas y protege el planeta', dijo. Otros como la organización conservadora Americans for Tax Reform denunciaron la ley como un texto irreal.
'Es una ley imposible de alcanzar, que hará aumentar todos los costos en un estado que ya es carísimo', lamentó en un tuit.