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Escribir de ciencia es transportarse a esas estrellas y planetas que brillan por las noches sobre nuestras camas al apagar la luz. Es recordar esos dinosaurios que se extinguieron y de los cuales poco a poco descubrimos información.

También es explorar territorios y desenterrar elementos interesantes que juntándose forman una historia.

¿A que no adivinan quiénes son los principales lectores de estos temas? ¡Los más pequeños de casa! Los curiosos exploradores que se maravillan con los astronautas, dinosaurios y demás.

¿Y si lo hablamos desde nuestra vida, queridos exploradores? Hoy esta página de Ciencia será para eso. Para dialogar con ustedes sobre lo que pasa en nuestra vida diaria a través de esos temas que tanto nos apasionan. ¿Listos para empezar esta aventura?

Los dinosaurios son en su mayoría animales enormes que a algunos asustan. Imaginemos un Tiranosaurio rex, que era carnívoro, según las investigaciones de los expertos, caminando hacia nosotros, ¡qué susto!

Como ellos, que se extinguieron hace millones de años, también hay personas que se acercan y nos atemorizan, nos asustan cuando se nos acercan. A esas personas las disfrazaremos de ‘dinos’ en esta historia. Pueden ser ese niño que nos incomoda, el compañerito que a veces nos quiere quitar el puesto, el que nos exige cosas… O ese adulto que nos hace sentir mal, que nos pide hacer cosas con las que no nos sentimos bien. Unos dinosaurios que nos encontramos y que también nos pueden parecer tenebrosos como esos que hemos visto en películas o series.