El ejercicio físico moderado tiene efectos positivos en el bienestar en general y, en particular, en la función y la salud del cerebro, pero ¿se heredan de padres a hijos estos beneficios cognitivos?
Investigadores del español Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) demostraron que los beneficios cognitivos del ejercicio físico moderado –40 minutos al día de carrera a velocidad muy moderada– son heredados por las crías y que estas, aun siendo sedentarias, los mantienen a lo largo del tiempo.
'Tienen más neuronas, las mitocondrias están más activas, sufren cambios de expresión en los genes al igual que sus padres y, como consecuencia, aprenden y memorizan mejor, también como sus progenitores', resumió José Luis Trejo, líder del estudio.
Todos los experimentos se han hecho en ratones –solo machos– y se han replicado en tres modelos distintos: se han comparado crías sedentarias de padres sedentarios con las crías de padres ejercitados, pero también se han contrastado las camadas de padres sedentarios con las camadas de los mismos padres después de un programa de ejercicio físico de varias semanas.