Cómo prevención y acción para las consecuencias que ha dejado la ola invernal en el departamento del Cesar, la gobernadora, Elvia Milena Sanjuán, activó una Sala de Crisis, que está siendo monitoreada desde la Oficina de Gestión del Riesgo Departamental.
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En la instalación hicieron presencia los alcaldes, cuerpos de socorro, Ejército, Policía y Procuraduría Regional, con el procurador Miguel Ángel Rocha Cuello.
La misma tiene como finalidad que los municipios mantengan activos sus planes de emergencia y actualizar sus instrumentos de planificación, reportando de manera oportuna todos los eventos que se registren con ocasión de las lluvias.
Asimismo indicaron que seguirán brindando asistencia técnica y jurídica a los municipios, así como de manera subsidiaria apoyar con maquinaria amarilla y ayudas humanitarias.
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En cuando a afectaciones los casos más urgentes se han presentado en el municipio de San Martín y San Alberto, con desbordamiento de ríos, quebradas y arroyos, al igual que en La Jagua de Ibirico, La Paz, Curumaní, San Diego, Chimichagua, y Valledupar.
Declaratoria de calamidad pública
En el municipio de La Jagua de Ibirico, más de 400 familias se han visto afectadas por las intensas precipitaciones, por lo cual el alcalde Leonardo Hernández, declaró emergencia sanitaria a fin de gestionar recursos ante el Gobierno nacional y departamental.
En esta zona del departamento se han desbordamiento ríos, en las veredas Las Ánimas, Manizales Alto, Manizales Bajo, Sororia y San Antonio.
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“Después del análisis que ha dejado la ola invernal en el país y en el departamento del Cesar, al igual que en La Jagua de Ibirico, hicimos un comité de gestión de riesgo municipal en compañía con la directora de riesgo departamental, Petra Romero, quien nos ha acompañado con su equipo, Defensa Civil y Bomberos (…) se declara al municipio con calamidad pública, con la cual vamos a gestionar recursos a nivel nacional y departamental para poder mitigar todas las afectaciones de las lluvias torrenciales en el municipio”, dijo el mandatario local.
Por su parte, el alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, tomo la misma medida de declaratoria de emergencia y ordenó el cierre de los balnearios Hurtado, La Mina, La Vega y Badillo.
En consecuencia, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo determinó que la situación requiere medidas urgentes, dado el impacto que han tenido las lluvias en la zona urbana y rural, en sectores como Nueve de marzo y Pescaito, se han reportado varias viviendas destruidas en cada área, y a su vez los organismos de socorro han caracterizado a 43 familias en riesgo inminente, lo que subraya la necesidad de atención para salvaguardar sus vidas.
“Se tomó la decisión en un Consejo Municipal de Gestión de Riesgo que se cerrarán los balnearios, realizamos visitas técnicas con las entidades operativas y hay zonas de los corregimientos que están en riesgo por deslizamiento de tierras en zona urbana y rural, por eso decretamos calamidad pública para atender esta emergencia con ayudas humanitarias a las familias que están en línea de vulnerabilidad”, indicó el secretario de Gobierno municipal, Jorge Luis Pérez Peralta.
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Además, la Administración Municipal informó que estas precipitaciones han provocado deslizamientos y bloqueos de vías que complican el acceso a las comunidades, también hay daños en unidades productivas afectando la economía y el bienestar de los habitantes.
Por otro lado, las autoridades mantienen las visitas técnicas en las zonas en riesgo en conjunto con la Policía Metropolitana y la Defensoría del Pueblo, con el fin de monitorear las áreas más vulnerables y reforzar la prevención de incidentes.