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La Fiscalía reveló detalles del entramado de corrupción que involucra a agentes activos y retirados de la Policía de Tránsito en el Cesar, Magdalena y Atlántico, en el que presuntamente los uniformados recibían dádivas de empresas de transporte, a fin de dejar pasar cargas pesadas sin el lleno de requisitos y en horarios prohibidos por las carreteras nacionales.

De acuerdo con la investigación, los uniformados se habrían concertado con particulares para permitir la circulación de vehículos con cargas extralargas y extrapesadas, desde 2019, recibiendo sumas de dinero de entre $200 mil y $3 millones, whisky y hasta pago de hoteles y mantenimiento de sus automotores.

El director seccional de Fiscalía en el Cesar, Andrés Palencia, dijo a El Heraldo que 'la investigación inició tras una denuncia anónima que daba cuenta de una organización criminal, de la cual hacían parte unos funcionarios activos de la Policía de Tránsito, que se habían unido a particulares pertenecientes a empresas transportadoras para permitir de manera irregular la circulación en carreteras nacionales, principalmente en los departamentos del Cesar, Bolívar, Magdalena y Atlántico, de cargas extradimensionadas, para las cuales el Ministerio de Transporte exige unos permisos que deben verificar los policías en las carreteras'.