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Los asesinos de José Alfredo Orozco Barros, de 32 años, ocurrido en un hotel de Valledupar, y del médico venezolano Yojarvis Rincón en su apartamento del barrio Villa Concha, eran hombres que tenían 'cercanía con sus víctimas', dijo este domingo el CTI de la Fiscalía seccional en la capital del Cesar.

Tanto Orozco como Rincón murieron de múltiples heridas de puñal. El primer homicidio ocurrió el martes 4 de febrero, y el segundo, el jueves 6 de febrero.

La Fiscalía, que investiga los dos homicidios, estableció que los hombres sospechosos eran afines a sus víctimas porque Yojarvis y José Alfredo fueron vistos por última vez con ellos.

Aunque no están claros los móviles de estos dos asesinatos, otra similitud que tienen los investigadores sobre estos dos hechos es que las muertes estuvieron precedidas por una riña, toda vez que las habitaciones en las que fueron halladas las víctimas estaban desordenadas y llenas de sangre, como si hubiesen forcejeado.

En compañía de hombres

José Alfredo Orozco Barros llegó el martes pasado al hotel ‘Casa Linda‘, en el centro de Valledupar, a las 12 del mediodía en compañía de otro hombre y solicitó un cuarto. A la mañana siguiente una empleada que se disponía a hacer la limpieza encontró la nefasta escena. Orozco Barros estaba en la cama arropado con una sábana llena de sangre, al igual que toda la habitación.

Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron el momento en el que el acompañante de Orozco salió despavorido del lugar minutos después de haber ingresado con él.

Personal del hotel relató que escucharon gritos provenientes de la pieza donde estaba Orozco, pero solo hasta el amanecer dieron aviso a las autoridades, por lo que el establecimiento fue sellado temporalmente por haber incurrido en una presunta omisión.

En el caso de Rincón, la Fiscalía estableció que el médico venezolano fue visto junto a un hombre de quien ya tienen algunas descripciones físicas para identificarlo.    

'Me dan unas descripciones: que era una persona de piel morena y desaliñada, es decir que estaba mal arreglada. No violaron la puerta, pudo haber sido alguien que él conocía, porque Yojarvis era muy reservado y no permitía que desconocidos entraran, entonces deber ser alguien que conocía bien para que entrara sin violencia a la casa' , manifestó Yoainis Rincón, una de sus hermanas.

Yojarvis, que residía solo en su apartamento, recibió diez puñaladas en el tórax y cuello.

Esta vez, la ciudadanía al parecer volvió a hacer caso omiso a uno gritos que provenían del apartamento de Rincón la noche del miércoles cinco de febrero. Solo hasta las 5:00 p.m. del jueves fue que avisaron a la Policía.

'Si se escucha que hay una riña o algún evento, no entendemos por qué hay demora en avisarnos y se nos informa al día siguiente cuando ya se encuentra la escena lamentable. Ambos hechos han sido con arma corto punzante y ya tenemos una inspección por parte del CTI para poder inclinar la investigación y saber quién está detrás de este último hecho', dijo el coronel Jesús Reyes, comandante de Policía Cesar.

Rechazo

Caribe Afirmativo, la organización defensora de los derechos humanos de la población LGBTI, expresó su preocupación por estos dos nuevos hechos de sangre. 'Ambos sucesos evidencian sevicia en la comisión del acto que denota ensañamiento malintencionado con arma blanca y que, además, ocurrieron en espacios habitacionales', señaló en comunicado.

 Instaron a las autoridades a investigar si existe relación entre la orientación sexual de las víctimas y los ataques hacia las personas, 'esclareciendo si el autor en cada caso actuó con móviles prejuiciosos'.