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Como un 'héroe’ con sotana', así califica la comunidad del barrio Nuevo Amanecer, en el noroccidente de Valledupar, al párroco Rodolfo Reyes, quien en un acto valeroso, el pasado domingo, se enfrentó a dos delincuentes que pretendían atracar a un feligrés, dentro de la iglesia María, Madre de la Unidad, una vez terminada la misa.

El sacerdote de 46 años, oriundo de San Martín (sur del Cesar), forcejeó con los atracadores y desarmó a uno de ellos, haciéndolos salir corriendo del lugar, a pesar de que en medio de su ‘lucha’ con los dos hombres resultó herido con una pedrada en la cabeza, que le propinó uno de ellos.

Las 'armas' del padre. Dice que sin más armas que la fe y la palabra de Dios, arriesgó su vida una vez más al defender a uno de sus fieles; y de manera 'milagrosa', como él lo asegura, el revólver con el que en varias ocasiones intentó dispararle a uno de los ladrones no funcionó.

'Cuando el arma no disparó, yo me le lancé al delincuente, le pegué una trompada y lo tiré al suelo; allí dejó tirado el revólver, el tipo salió corriendo a montarse en una moto en la que lo esperaba otro sujeto, pero se cayeron. Ahí hubo otro forcejeo, en el cual el que iba manejando la motocicleta me pega con una piedra en la espalda y la cabeza', contó el sacerdote, quien fue trasladado a una clínica en esta capital, donde lo suturaron con seis puntos, mientras los ladrones escaparon, uno de los cuales fue capturado por la Policía'.

No es la primera vez que el padre Rodolfo Reyes se ha enfrentado a los delincuentes.

En el sector donde oficia las misas está rodeado de otros barrios como La Nevada, Las Rocas, Los Guasimales y Brisas de La Popa, que se constituyen en zonas críticas por la inseguridad. 'Muchos consumidores y ladrones han querido que el padre se vaya de aquí, pero no han podido', dijo una lugareña, que destacó la valentía del clérigo. En el pasado, el párroco denunció que incluso había sido amenazado, al oponerse a la acción de los delincuentes.

Antes de ordenarse como sacerdote, Rodolfo Reyes prestó el servicio militar y fue escolta, experiencias que le han servido para defenderse y proteger a sus fieles, muchos de los cuales por físico temor a ser atracados, han dejado de ir a las misas.

El padre Reyes dijo que muchos jóvenes han perdido los valores. 'Quieren enfrentar la vida de la manera más fácil aparentemente para ellos; Dios le dijo a Adán después del pecado ‘ganarás el pan con el sudor de tu frente’, pero ellos quieren ganarlo con el sudor ajeno'.