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A raíz del secuestro y asesinato de del ganadero Juan Felipe Ustariz, el 20 de enero en su finca en la vereda Camperucho, jurisdicción de Valledupar, y el asalto a seis fincas en Bosconia, entre el pasado martes y el miércoles, donde además abusaron sexualmente de dos menores de edad, los representantes del gremio agropecuario en el Cesar manifestaron que no hay garantías de seguridad para este sector productivo.

Los líderes ganaderos sostienen que debido a los recientes acontecimientos violentos, más el secuestro de Ana Sofía Vargas Bernal, de 70 años, ocurrido el 10 de enero en Chimichagua cuando visitaba una finca de su propiedad, se ha incrementado el temor y la incertidumbre en el campo del Cesar.

El robo de ganado, los asesinatos de administradores de fincas y extorsiones, son constantes y esto ha llevado a que los empresarios del agro en el departamento desistan de visitar sus haciendas, por temor a ser blanco de los grupos al margen de la ley que atacan a este gremio.

'La situación está llevando a eso, yo iba tranquilo a la finca a conversar con los trabajadores y a ver cómo estaban sus familias, pero ahora ya no puedo por temor a que me roben el carro, el celular o por cualquier reacción que haga me maten, el secuestro por parte de la delincuencia común es lo que hay hoy en día y cuando se genera miedo, dejas de ir al campo', manifestó Hernán Araujo, gerente del Fondo Ganadero del Cesar.

Para Araujo, la falta de control en los expendios de carne está llevando a la formación de bandas criminales dedicadas al abigeato.

'A la orden del día está el robo de ganado, porque no hay control en los expendios de carnes de los centros urbanos. Hay robo de motos, carros, de todo en el área rural, porque no hay suficiente presencia del Estado', dijo.

Sin embargo, el mayor Miguel Ángel Mercado, comandante de la Policía Fiscal y Aduanera en este departamento, explicó que el ingreso de carne ilegal en Valledupar ocurre en pequeñas proporciones y ha disminuido debido a los controles.