Aislado en una celda del pabellón de tratamiento especial en la penitenciaría de alta y mediana seguridad de Valledupar conocida como ‘La Tramacúa’, se encuentra Adolfo Arrieta, el llamado ‘Monstruo de Fundación’, confeso asesino de la niña Génesis.
Arrieta, de 47 años, fue trasladado la mañana de este sábado en medio de estrictas medidas de seguridad y bajo el ‘silencio’ de las autoridades desde la cárcel de Santa Marta hasta el penal en la capital del Cesar, donde se encuentran recluidos los delincuentes más peligrosos del país.
El nuevo ‘huésped’ de La Tramacúa, entra a la triste lista célebre de violadores y asesinos, entre otros criminales, confinados en la considerada cárcel más segura de Latinoamérica, donde soportan temperaturas hasta de 40 grados centígrados, en medio de un riguroso régimen donde tienen sus celdas en torres a donde solo llegan a dormir, mientras que el resto del día la pasan en los patios.
'De acuerdo con el régimen del penal, a los cerca de 1.500 internos que tiene, los bajan de sus celdas a las 5:00 de la mañana y pasan todo el día en los pabellones hasta las 4:00 de la tarde, en ese tiempo no se les permite subir; por lo general el agua no les llega a las celdas', comentó un abogado defensor de Derechos Humanos de los reclusos.
Los nuevos vecinos de Arrieta
En el barrio Porvenir, de Fundación, Magdalena, Arrieta estaba rodeado de gente buena. Vivía solo en una casa, luego que su mujer lo abandonara, y cerca de ese sector tenía como vecina a la familia de Génesis, la inocente niña de 9 años que violó, asesinó y quemó; delitos atroces que hoy lo tienen tras la reja en una de las señaladas por los mismos internos como ‘la peor cárcel castigo’ de Colombia.
Así pasó ‘El Monstruo de Fundación’ de hacer parte de una comunidad en medio de la libertad, a la prisión donde ahora sus vecinos son Luis Alfredo Garavito, el confeso violador y asesino de niños en Colombia, conocido como ‘La Bestia’; Lebith Rúa Rodríguez, presunto violador en serie, conocido como ‘La Bestia del Matadero’; y el asesino en serie de mototaxistas, Luis Gregorio Ramírez Maestre, ‘El Monstruo de Tenerife’.
También le figuran como compañeros de prisión Manuel Octavio Bermúdez, ‘El Monstruo de los Cañaduzales’, violador de niños en varias regiones de Valle del Cauca; Cristián Camilo Bellón, señalado como uno de los autores del atentado explosivo atribuido al ELN en la estación de Policía del barrio San José de Barranquilla; y Rafael Uribe Noguera, condenado por la violación y muerte de la niña Yuliana Samboní.
La Tramacúa
El nuevo ‘hogar’ de Adolfo Arrieta es una fortaleza con nueve torres, garitas blindadas, un cuarto inteligente desde donde se monitorean las cámaras de seguridad distribuidas en todo el penal, cuyas imágenes pueden ser vistas desde la dirección del Inpec en Bogotá, tiene cierre electrónico de las puertas y guardianes dotados con cascos, lentes de visión nocturna, chalecos antibalas y armas de largo alcance, que la hacen ser reconocida como una de las más seguras de América Latina.
La Tramacúa fue inaugurada en el año 2.000, con una inversión de $25.000 millones, cuenta con una capacidad para 1.600 internos, sus muros están hechos con un concreto especial diseñado para resistir hasta ataques con explosivos de alto poder.
Los salones dispuestos para las visitas están lejos de las celdas, por fuera de los sitios donde duermen, trabajan, se educan y permanecen habitualmente los reclusos.
El área que rodea interiormente el penal cuenta con sensores electromagnéticos que rastrean la presencia de cualquier elemento extraño. Cada puerta al interior de la cárcel tiene un sistema de detección de metales.
Estas condiciones le permiten a la justicia contar con un espacio con las suficientes garantías para enviar a los peores criminales tras las rejas, con mínimas posibilidades de fuga, y con fuertes medidas restrictivas.