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La capital del Cesar es considerada como uno de los principales destinos turísticos del país. 

Además de contar con ríos que nacen en la Sierra Nevada y hermosos paisajes, se engalana en su perímetro urbano con atractivos monumentos que representan la expresión de su cultura, mitos, leyenda, y de su propia historia.

En cada glorieta de la ciudad es notorio observar esculturas como la de Los Músicos, en la rotonda de La Ceiba, que muestra el conjunto típico vallenato con las figuras del acordeonero, cajero y guacharaquero; la Pilonera Mayor, frente al parque de la Leyenda, imagen inspirada en la fallecida exministra de Cultura, Consuelo Araújonoguera; Los Poporos, en inmediaciones del coliseo cubierto, expresión de una costumbre de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada; igualmente se le rinden tributos a los juglares del folclor como Leandro Díaz, el compositor ciego; Diomedes Díaz, ‘El Cacique de La Junta’, junto a la de su hijo Martín Elías.

Igualmente se encuentran la Sirena Vallenata, que marca una leyenda; Los Gallos, Mi Pedazo de Acordeón, La Chicha Maya; la María Mulata; pero también hay otras que reflejan el modernismo que caracteriza a Valledupar, como El Obelisco, a la entrada de la ciudad y la Revolución en Marcha, en la plaza Alfonso López. Son obras que embellecen a la ciudad.

Valledupar es una ciudad en la que se respira la cultura y la tradición y es por ello que año tras año recibe a miles de personas en diferentes temporadas del año por ser considerada una capital innata de las representaciones folclóricas.