‘Bienvenidos a morir al infierno’, dice una leyenda en letras negras escrita en una de las paredes del pabellón 8 por los internos de la penitenciaría de Alta y Mediana de Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La Tramacúa’, que según cuentan los mismos internos lo hacen para advertir lo que les espera a quienes van ingresando a la llamada peor ‘cárcel castigo’ de Colombia.
Con llamadas a emisoras de radio, internos de este centro de reclusión denuncian constantemente que deben soportar temperaturas de hasta 40 grados, aislamientos prolongados, restricciones en las visitas, dificultades para acceder al agua, insalubridad, maltratos físicos y psicológicos, situaciones que llegan a ‘quebrar’ aun a los internos más rudos, al punto de preferir acabar con sus vidas, antes que seguir padeciendo. Fue el caso del presunto violador en serie y asesino Lebith Rúa, que llamó a la emisora Maravilla Estéreo poco antes de intentar suicidarse.