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Ante el irrespeto al monumento de Diomedes Díaz, en la glorieta de Los Juglares, en inmediaciones del balneario Hurtado, al norte de Valledupar, donde algunas personas han arremetido tomándose fotos obscenas y haciendo mal uso de la escultura, las autoridades determinaron medidas de seguridad y control para conservar la imagen que se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más visitados en esta capital.

Dos policías y cámaras de seguridad que se conectarán al sistema de vigilancia del CAI del balneario Hurtado, garantizarán vigilancia permanente al monumento que ya empieza a deteriorarse por el accionar de algunas personas y afluencia masiva de propios y foráneos en este sitio donde se le rinde homenaje al Cacique de La Junta.

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Además de custodiar la estatua, se avanza en la individualización de quienes la han irrespetado para aplicarles el Código Nacional de Policía, según informó el secretario de Gobierno de Valledupar, Gonzalo Arzuza.

'Estamos identificando a estas personas para poder hacer el procedimiento especial policivo, porque no fueron sorprendidas en flagrancia, lo que se pretende es que ofrezcan excusas públicas', dijo el funcionario.

Señaló que 'además de rechazar los actos de irrespeto que se han presentado con la estatua en homenaje al cantante Diomedes Díaz, actuamos como gobierno con acciones que garantice el normal desarrollo del sitio'.

'Debe haber un sanción social para quienes irrespetan un monumento de la ciudad y ejerceremos la autoridad para hacer respetar nuestra cultura', puntualizó.

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El comportamiento de algunas personas que se tomaron fotografías subiéndose encima de la escultura, otras con botellas de whisky, y posiciones obscenas, las cuales fueron publicadas en redes sociales, causó indignación en Valledupar y entre los fieles seguidores, amigos y familiares del artista fallecido.

Rafael Santos Díaz, hijo mayor de Diomedes con Patricia Acosta, exigió respeto por la imagen de su padre ubicada en la silla de la glorieta de Los Juglares, además había solicitado vigilancia para preservar el orden y buenas costumbres en el lugar.