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Diana de Armas, es una de las 16 madres que perdieron a sus bebés en la clínica Laura Daniela de Valledupar. Este lunes, hizo presencia activa en el plantón que se cumplió frente a las instalaciones del centro asistencial, clamando justicia. Con ella estaban las otras mujeres y un grueso número de personas, que las rodeó, para exigir a las autoridades que estos casos no queden en la impunidad.

Ellas se mantienen en que después de que a sus hijos recién nacidos les suministraran el surfactante pulmonar Survanta, al parecer adulterado, la salud de los pequeños empeoró, al punto de morir a los pocos días de su llegada a este mundo. 'Estamos sufriendo porque fueron las vidas de nuestros hijos, eran la ilusión de nuestras familias, y lo que estamos pidiendo es que salgan las entidades competentes a mostrar resultados de las investigaciones, porque no fueron camisas las que compraron, fue un medicamento que les aplicaron a los bebés y eso hizo que empeorara su salud', puntualizó.

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María Milagro, era el nombre que Diana le había puesto a su bebé, que nació a las 34 semanas de gestación. Ante la inmadurez de sus pulmones, fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal de la clínica, le suministraron Survanta, supuestamente para que mejorara ante las dificultades respiratorias que tenía, pero contrariamente empeoró y el 24 de enero de este año, falleció.

Yanfail Olmos Ospino, es otra de las madres afectadas. Dijo que 'mi hijo era un niño que venía sano desde el vientre, ingresó el 15 de noviembre de 2016 a UCI, un día después de nacer, le aplican el medicamento Survanta para hacerle maduración de pulmones, pero en vez de avanzar, lo que iba era empeorando'. El bebé de esta mujer nació a las 36.1 semanas, y según ella, desde el principio supo que hubo negligencia en su caso.