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Durante años, los habitantes del barrio Dangond en Valledupar, han vivido en zozobra y con el 'credo en la boca', debido a los episodios violentos que se generan con la cárcel judicial, ubicada en pleno corazón de este sector. Muchos han vendido sus casas, otros las colocaron en arriendo y el resto no le quedó más remedio que seguir conviviendo con lo que consideran una 'bomba de tiempo'.

El establecimiento penitenciario es uno de los más hacinados en la Costa, con una población reclusa que supera el 400% de su capacidad, teniendo en cuenta que de los 256 reclusos para los que fue construida, actualmente alberga más de 1.000.

Han pasado dos décadas de aquel tres de abril de 1997, cuando comenzó el más cruento motín de la historia del penal en el que 10 reclusos se lo tomaron, tras apoderarse de las armas y enfrentar a la guardia. El caos duró 12 días, muchas balas de la batalla, rebotaron en las paredes de las viviendas de alrededor y el temor fue generalizado en la comunidad. La toma dejó cuatro muertos y tres heridos.

Desde entonces el clamor de los moradores del Dangond ha sido el mismo, y se revive cada vez que a lo largo de estos últimos 20 años, se registra un amotinamiento, intento de fuga u otro hecho de orden público en la cárcel judicial. El pasado 23 de agosto, las autoridades frustraron un motín, que se generó tras una riña entre internos. En esa oportunidad unos 50 reclusos del patio dos se sublevaron, luego que otros 14 presos, recluidos en una celda especial de castigo golpearan a dos de sus compañeros. La intervención de la guardia, que hizo disparos desde las garitas, permitió controlar la situación; pero volvió a generar pánico entre los vecinos.

'Aquí vivimos con los nervios de punta, porque uno nunca sabe cuándo se puede presentar una situación de alarma, hemos pedido que saquen la cárcel de nuestro barrio, pero no ha sido posible', dijo uno de los lugareños que prefirió no decir su nombre.

Solicitud al Ministerio de Justicia

Ante los problemas de hacinamiento y la situación que genera la cárcel judicial en el barrio Dangond, el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez, y el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, le solicitaron al ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, la reubicación del establecimiento penitenciario.

Aprovechando la visita del alto funcionario a esta capital, los mandatarios se comprometieron a comprar un predio para que se construya una nueva cárcel y de una vez por todos los habitantes del barrio Dangond gocen de la tranquilidad que por años han añorado. Indicaron que en el lugar donde está la cárcel, construirían un parque para la comunidad.

'Ya tenemos el avalúo del lote contiguo a la penitenciaría de alta y mediana seguridad, aspiramos que este predio, que fue revisado por el Inpec y que cumple con todas las exigencias, podamos adquirirlo con el Gobernador y entregarlo, con la única condición de que sea reubicada la Judicial. No permitiremos que vuelvan a construir otra cárcel para traer más presos de otras parte del país y que siga el problema de la Judicial, como pasó en años anteriores', sostuvo el alcalde Augusto Ramírez.

El Ministro de Justicia ordenó la realización de una mesa técnica la próxima semana, con participación de un delegado de esta cartera y del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, y la Dirección de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios, como un primer paso de viabilidad de estudio para una solución.