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Desde el cierre de la frontera con Venezuela por La Guajira, el contrabando de gasolina que campeaba en el norte del Cesar se redujo a su mínima expresión. Ahora, y aprovechando la temporada de regreso al colegio, redes de contrabandistas tratan de ingresar a Valledupar útiles escolares, evadiendo impuestos, para su comercialización.

De acuerdo con la Policía Fiscal y Aduanera, la mayor parte de esta mercancía proviene de China, entrando a Colombia por los puertos del Pacífico y Atlántico, siendo transportada en barcos. Una vez en el país, estos útiles se camuflan con otros legalizados y se transportan desde ciudades como Cali y Barranquilla a capitales intermedias a través de empresas de transportes y vehículos particulares.

Es así como las autoridades, tras detectar esta modalidad, que se presenta cada comienzo de año, intensificaron una ofensiva con puestos de control en las cuatro vías de acceso a Valledupar; uno en el sector de Los Cauchos, en el tramo que de Bosconia conduce a esta ciudad; otro en el corregimiento Varas Blancas, entre La Guajira y el municipio de La Paz; uno en el corregimiento Los Corazones en la carretera que comunica al norte de esta capital y en el municipio de San Diego que comunica con los municipios del centro del Cesar.

En estos operativos, la Policía Fiscal y Aduanera ha incautado en los primeros 13 días del año más de 29.000 unidades de útiles escolares entre bolsos, cartucheras, bolígrafos, borradores, colores, compás, perforadoras por un valor superior a los $17 millones.

A pesar de estos resultados, se desconoce la cantidad de elementos que pudo haber ingresado burlando el cerco de las autoridades a través de trochas. Los útiles una vez en la ciudad, se distribuyen en establecimientos comerciales y negocios informales, hasta donde han llegado las labores de la Policía para sacar del mercado la mercancía ilegal.