'Que los ladrones se notifiquen, que vamos por ellos', dijo hace un mes en Valledupar el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, anunciando una fuerte ofensiva frente a la delincuencia en esta capital. Sin embargo, esta advertencia parece no importarles a los atracadores, que siguen haciendo de las suyas en la ciudad. Los robos, en vez de reducirse, van en aumento, según revelan las propias estadísticas de las autoridades.
Sin que aun finalice 2016, las cifras de hurtos ya superaron a las de 2015. A 31 de diciembre del año pasado, la Policía dio cuenta de 805 casos; pero todavía, sin acabar noviembre de esta vigencia, los registros de la institución señalan que van más de 840. Solo en la última semana, los asaltos a viviendas, establecimientos comerciales y a personas, se han disparado en la capital del Cesar.
Entre el 13 y 20 de noviembre pasado, ocho hurtos a viviendas y establecimientos comerciales se registraron en esta ciudad.
Ni los congresistas se salvan de esta ola de inseguridad. El domingo 13 de noviembre, delincuentes ingresaron a la casa del representante a la Cámara por el Cesar, Eloy Quintero Romero, hurtando joyas y varios equipos de comunicación.
Ese mismo día, ladrones asaltaron dos viviendas en el centro de la ciudad, aprovechando que los propietarios habían salido de paseo, llevándose $1.800.000 en efectivo, prendas de oro y relojes. Para su ingreso corrieron tejas de los techos y cortaron las bases de una ventana con una cizalla.
El miércoles 15 de este mes, asaltantes penetraron al centro de servicios de la empresa de telefonía de celulares Claro, en pleno centro de la ciudad, llevándose un grueso número de celulares.
Pero lo más sorprendente, es que al día siguiente cuando efectivos de la Policía llegaron a investigar el robo, uno de los uniformados fue capturado cuando hurtaba dos teléfonos más. Y en la tarde de ese miércoles, en el barrio Villa Clara Norte, dos hombres y una mujer, que se movilizaban en motocicleta asaltaron una peluquería, intimidando a la empleada con un arma de fuego.
El jueves, el turno en medio de la inseguridad, fue para una tienda en el barrio Obrero. Allí pasadas las 7:30 de la mañana, dos hombres en una motocicleta se llevaron bajo intimidaciones con arma de fuego dos celulares de alta gama y unos 2 millones de pesos en efectivo.
Y el pasado sábado, otra tienda fue asaltada en el norte de la ciudad. Esta vez, seis hombres que se movilizaban en dos taxis, con revólveres y pistolas, atracaron el establecimiento ‘Los Minchos’, de donde se llevaron $6.000.000 en efectivo dispuestos para la compra de provisiones y $700.000 más del producido del día. En su huida cargaron con el monitor de las cámaras de seguridad y hasta 8 litros de aguardiente que estaban en exhibición.