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Los colombianos y el mundo entero atravesamos una etapa difícil de la vida; difícil, muy difícil en términos sanitarios, seguimos casi en el mismo limbo que hace seis meses en materia científica, no sabemos con exactitud de dónde viene, qué es, y cuánto falta epidemiológicamente hablando.

En la medida en que la economía se afecta, crece el desempleo y crece la inseguridad; con estos tres factores: salud, economía, inseguridad, tenemos más que de sobra para bajar la calidad de vida promedio en todos los diferentes estándares en varios puntos, fácilmente de 10 a 6, esperemos que no más.

A lo que vamos es que, en la medida en que colaboremos con soluciones y no con más problemas, mejor nos irá a todos, colaboremos poniendo de nuestra parte la mayor cantidad posible de aceptación y tolerancia hacia nuestros semejantes con ánimos caldeados por los meses de cuarentena y los tres factores mencionados, procuremos manejar con mano suave los temas políticos, sabiendo de sobra la bendita polarización como ha enemistado las relaciones de amistad, comerciales, familiares y de todo orden, procuremos neutralizar las diferencias en los colores y tendencias políticas en bien de la salud anímica del país y de nosotros mismos individual y colectivamente, olvidémonos de resentimientos políticos, sociales y comerciales, entremos por la senda de la cordialidad, el entendimiento y la amigabilidad, aceptemos y respaldemos a nuestros dirigentes locales, departamentales y nacionales en estos difíciles momentos, así no seamos de la misma tendencia política, olvidémonos de desentendimientos y resentimientos y estaremos colaborándonos en la consecución de una mejor calidad de vida en esta etapa tan difícil que atravesamos.

Hector Asaf Quintero