En medio del caos político-jurídico que atraviesa Colombia, por el caso Santrich versus Néstor Humberto Martínez, pasó inadvertida la noticia sobre la orden del papa Francisco de denunciar penalmente a los curas pederastas.
Pone un plazo a las diócesis del mundo hasta junio del 2020 para crear un sistema donde se reciban las respectivas denuncias por acoso, pornografía infantil y violaciones. Quienes omitan información o interfieran en las investigaciones, serán cómplices, y por ende también serán penalizados independientemente de su jerarquía. Con esta norma el papa Francisco modifica la legislación interna de la Iglesia Católica, existiendo ya en algunos países. ¿Será que esta medida cobija también a las monjas acosadoras? De que las hay las hay.
Helena Manrique Romero