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En días pasados tuve la oportunidad de asistir al panel ‘Retos para la Construcción de Paz en Colombia’ (Universidad del Norte, 16/06/17), evento que contó con excelentes panelistas y de recorrido académico e investigativo en el conflicto colombiano. Dentro de los puntos tratados se tomó como referente al sociólogo y matemático noruego Johan Galtung, y en concreto sobre la paz en versión negativa, como en su versión positiva. Teniéndose la primera de cómo cambiar de comportamiento violento a no violento, y la segunda como la superación de los efectos estructurales de la violencia, lo que implica un nuevo pacto social que permita superar barreras económicas y sociales, destacándose que debajo de esto están las mentalidades, las cuales habrá que transformar.

De esto último y al contextualizarlo al país, se tiene que es de vital importancia superar los odios recalcitrantes, fomentando para ello el pensamiento autónomo (pensar por sí mismo) y crítico (reflexivo y valorativo), lo que significa un proceso de largo plazo. Aunado a lo anterior, es indispensable generar un discurso de emociones positivas que superen el odio, el miedo, el temor y el revanchismo. Siendo que dicho discurso debe calar en ciudades que incluso no han padecido el conflicto.

De conformidad a lo expuesto, se constituyen como viables ciertas estrategias que cristalicen el pensamiento autónomo y crítico, que contribuyan a una formación ciudadana provista de sujetos racionales y activos en deliberación civilizada, y encontrar por esa vía una solución a los conflictos y necesidades por resolver.

Edgardo Enrique Salebe