Estamos seguros que el incidente entre los gobiernos de los Estados Unidos y Colombia nos dejó a todos una lógica lección sobre diplomacia y comunicación.
Quedó muy claro que Gustavo Petro no tenía razón en suspender abruptamente, en la madrugada del día domingo, la orden para el ingreso al país de 180 ciudadanos colombianos deportados desde los Estados Unidos en naves aéreas del gobierno americano.
Ninguna nación en el mundo puede mantener en su territorio a ciudadanos indocumentados o personas que no hayan legalizado su permanencia; mucho menos ningún país puede aceptar en su territorio a delincuentes.
Afortunadamente el incidente quedó resuelto favorablemente y el Gobierno de los Estados Unidos, a cargo de Donald Trump, levantó la serie de sanciones; estas sanciones nos afectaban económicamente a todos los nacionales colombianos y mucho más a empresarios e industriales que exportan sus productos al país americano.
En síntesis Estados Unidos, los países de Europa y también Colombia pueden repatriar, expulsar o deportar a cualquier ciudadano que incurra en cualquier delito en su territorio o que no haya legalizado su permanencia legal en el correspondiente país.
Jorge Giraldo Acevedo
Fusagasugá, Cund.