Los destinos en Cartagena, especialmente en la isla de Barú, son cada vez más famosos en el mundo no solo por lo paradisíaco de sus playas, sino por los ya acostumbrados cobros abusivos a los turistas.
Tan solo en la última semana se han conocido casos de aparentes estafas millonarias a turistas provenientes de México, Ecuador, y Corea. Hechos que generan una publicidad negativa y se siguen sumando en una larga lista de impasses que podrían resultarles ‘caros’ a la ciudad en materia de competitividad turística.
A través de redes sociales se han conocido videos, comentarios y fotografías de turistas que durante su estancia en la ciudad se sintieron estafados de una u otra forma, quienes aseguran que recurren a denunciar por este tipo de plataformas, ante la impotencia de no contar con una autoridad competente que regule los costos de los servicios en la Heroica.
Mojarras de 1 millón de pesos, pasadías en 6 millones de pesos, carpas a $250 mil la hora, propinas obligatorias de $850 mil e incluso masajes a $600 mil son algunos de los cobros que se aprecian en las improvisadas facturas, generalmente diligenciadas a mano y a capricho del personaje de turno.
Si bien el costo por los servicios es a todas luces hiperbólico, es aún más exagerada la forma como algunos meseros cobran por lo que denominan 'nuestro trabajo', generando aspavientos de indignación, mientras lanzan insultos y amenazas contra los confundidos visitantes que acceden a pagar por temor a que las cosas pasen a circunstancias peores.