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Diez familias damnificadas por los deslizamientos en el barrio Alto Prado del Carmen de Bolívar se vieron obligadas a retornar a sus casas destruidas, luego de deshabitarlas hace nueve meses ante el inminente riesgo que corrían sus vidas por el hundimiento de las mismas.

Son 36 personas las que han aceptado el miedo como parte de su vida cotidiana, y para quienes la indiferencia del Estado se convierten en apoyo silencioso de la injusticia.

Sostienen que regresaron, 'no por valientes, sino porque creemos en Dios', y confiesan que 'estamos viviendo entre el miedo y la necesidad'.

'No solo es el miedo por el colapso de los vestigios de las casas, también por el contagio del coronavirus ante la posibilidad de estar hacinados en casa de familiares o, en el caso extremo, a tener que vivir en la calle', añaden.

En esta población se han registrado 45 casos positivos de la COVID-19, de los cuales hay 38 activos y 4 recuperados. Han fallecido 3 personas. 'Hay un caso que está en espera de redireccionamiento para la ciudad de Cartagena', reportó la Alcaldía.

Las familias son conscientes de que el gobierno municipal ha mostrado todas las intenciones con el barrio, pero que también ha habido incumplimientos del Departamento y la Nación, como lo afirmó Marcos Yepes, presidente del Comité Central de Riesgo creado por los moradores.

Yepes, que nunca se ha ido del sector pese a las advertencias de la naturaleza y de sus allegados, manifestó que desde octubre del 2019, cuando las 35 familias afectadas desalojaron y fueron ubicadas en casas arrendadas, la Alcaldía cumplió con el compromiso de financiar el arriendo por tres meses, por un monto global de $1 millón 050 mil por familia.

'En los meses subsiguientes, desde enero, se guardó la esperanza de que la Nación apoyara, pero no ha sido así', anotó.