Mientras que entes de control como la Procuraduría aseguran que los términos en el proceso en contra del polémico edificio Aquarela Multifamiliar, que se construye cerca del Castillo de San Felipe, se están llevando de la mejor manera; los constructores, por su parte, han sido enfáticos en precisar en que existe una dilación que termina por afectar a los compradores.
El pasado martes se cumplió una nueva audiencia policiva con la que se pretendía determinar si se le levantaban o no los sellos a la obra que fueron colocados y se determinó entonces que solo hasta julio se conocerá un resultado concreto en torno a este hecho.
La razón de este nuevo aplazamiento se debe a los estudios del terreno que deberá adelantar el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC. Para ello, fue necesario que tres funcionarios de esta entidad se desplazaran desde Bogotá y adelantaran esta tarea que se extenderá entonces hasta mediados de año.
La diligencia se desarrolló en las instalaciones del proyecto, y contó con la participación de la inspectora de policía y las autoridades competentes.
Este jueves ya se cumplen seis meses desde que fue sellada esta obra que se ha convertido en el florero de Llorente entre las autoridades toda vez que estaría afectando y colocando en riesgo el título nobiliario de Cartagena como Patrimonio Histórico de la Humanidad declarado por la Unesco.