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Un nuevo abuso por parte de nativos ocurrió ayer a las 5:00 de la tarde en el sector turístico de Bocagrande, cuando una familia de turistas fue víctima de agresión por un supuesto masaje.

De acuerdo al testimonio de Juan Mendoza, uno de los afectados, ellos habían llegado ayer a Cartagena, con el propósito de celebrar el cumpleaños 80 de su mamá.

Del grupo de siete personas, seis ingresaron al mar y dejaron a la cumplimentada en la orilla cuidando las pertenencias. Sin embargo, cuando Méndez se percató de la cantidad de personas que había en el lugar, salió del agua a ver qué pasaba.

Al llegar, se enteró que una mujer que ofrecía servicios de masajes le dio una prueba a la cumplimentada, por lo que el denunciante le dijo que no quería más servicios y pidió la cuenta.

La masajista pidió $30 mil pesos, cifra que escandalizó a los turistas, quienes para que hubiera líos, le ofrecieron 10 mil, lo que indignó a la mujer que había masajeado los pies de la señora aduciendo que era una 'pruebita'.

De ahí se generó una fuerte discusión entre dos mujeres nativas y los turistas bogotanos. El escándalo atrajo más vendedores entre esos dos hombres que laboran en el sector quienes les gritaron a los visitantes 'aquí vienen es a robar'.

De inmediato, Mónica Ospina Garzón, una de las lesionadas, intentó detener la discusión, pero uno de los vendedores ambulantes que había llegado a reclamar, agarró una silla plástica y se la reventó en la cabeza a la mujer, quién al ver las intenciones del agresor, puso las manos en la cabeza y minimizó el golpe.

Su esposo, identificado como Carlos Méndez, al ver que su esposa fue agredida, intento defenderla, pero otro de los sujetos del tumulto cogió una piedra de coral según la denuncia, y se la tiró golpeándolo en el ojo izquierdo, provocando que se desplomara de rodillas en la arena.

Al poco rato, llegó la Policía y los turistas pusieron la denuncia y fueron capturadas dos personas, pero según manifestaron los agredidos, soltaron uno de los presuntos agresores.