Roberto Carlos Pérez Serna, de 28 años, es una de las dos ‘estatuas humanas’ que son señaladas de hurtarle las pertenencias a una turista que se tomó una fotografía con ellos, el pasado lunes festivo.
Pérez Serna decidió mostrar la cara y pedir perdón a toda Cartagena, tras el lamentable hecho, en el que, junto a un amigo identificado como Juan David, cometieron en el centro de la ciudad.
'Yo sí tengo pensado entregarme a las autoridades y arreglar ese problema porque sinceramente yo no soy de eso. Yo no soy delincuente y quisiera ir a enfrentar mi problema para saber qué es lo que va a suceder', expresó en diálogo con AL DÍA.
El señalado de hurto manifestó sentirse apenado por el acto que cometió, el cual, según él, lo hizo impulsado por la grave situación económica de su sobrino, por lo que, expresó, no pensó en las consecuencias.
Roberto Carlos dijo que los 300 dólares que estaban en la cartera de la mujer visitante fueron repartidos de manera equitativa entre él y Juan David.
El hombre llegó hasta la emisora local donde pidió perdón, en compañía de su mamá, quien fue una de las personas que lo impulsaron a que ‘diera la cara’ y se entregara ante las autoridades.
Luego de dar las declaraciones a los medios, el artista callejero le hizo un llamado a su amigo diciendo que 'aquí estoy dando la cara porque yo sí quiero enfrentar la consecuencia de mis actos'. Además, añadió que su amigo le había dicho que se entregaría dependiendo de cómo le va a él en el proceso.
Roberto Carlos tiene 8 años como artista callejero, oficio que le deja como ganancias en un buen día, casi $120.000 diarios.
El residente del barrio Pablo Sexto y tercero de cinco hermanos pidió que no les cierren las puertas tras lo sucedido, sino que les den más oportunidades a ellos y que haya más patrocinios para el gremio de los artistas callejeros.
Pérez Serna fue hasta la sede de la Fiscalía para entregar su declaración voluntaria. Además, el comandante de la Policía, Luis Humberto Poveda, confirmó que él no tenía antecedentes penales.