Como en un vaivén de emociones encontradas. Así ha vivido desde las 10:30 de la mañana del jueves, Magaly Madera González, una ama de casa que tenía a siete de sus familiares trabajando en el edificio Portal de Blas de Lezo II, cuyo desplome provocó la muerte de 20 personas y otras 23 resultaron heridas.
Madera, con la mirada perdida, aún sin reponerse de la tragedia, tuvo que afrontar la muerte de cuatro de los suyos. Sin embargo, en medio de la tristeza, dice que el sufrimiento pudo ser mucho mayor, pero sus otros tres seres queridos fueron rescatados con vida.
Bajo los escombros del Portal de Blas de Lezo II, que no contaba con licencia de construcción, Magaly Madera perdió a su esposo Rafael Mendoza Díaz, oriundo de Planeta Rica, Córdoba; su yerno Wilmar Tirado, natural de San Marcos, Sucre; y sus hijos de crianza Over Doney y José David Pastrana Llamas, también nacidos en el municipio de Planeta Rica.
Esperanza
Según Madera, cuando conoció la muerte de sus cuatro familiares, pensó en un principio que todo estaba perdido. Para ella era casi inminente que sus otros tres seres queridos también habían perdido la vida en medio de las colosales placas de concreto que se desplomaron como galletas de soda.
Sin embargo, pese a que sus esperanzas estaban por el piso, Madera recibió una pequeña dosis de ánimo en medio del dolor: sus hijos Mario y Álex Márquez Madera, al igual su nieto Óscar Bracamonte, habían sido rescatados salvos por los organismos de socorro. Fue un bálsamo en medio de tanta frustración.
Madera relata que sus familiares llevaban dos meses laborando en la construcción y habían sido asignados a diferentes pisos.
Sostuvo que, mientras hacía los quehaceres domésticos, recibió pasadas las 11:00 de la mañana del jueves una llamada en la que dieron la mala noticia: un edificio en el barrio Blas de Lezo acababa de desplomarse y era el mismo donde trabajan sus seres queridos.
Cuando miraba detrás de una cinta de seguridad instalada por los organismos de socorro, Madera se percató al cabo de 30 minutos de su llegada que rescataban con vida a sus hijos Álex y Mario, quienes son mellizos, de 31 años. Así como nacieron: juntos. De la misma forma fueron salvados.
Posteriormente, aún conmocionada porque le parecía casi que imposible que sus hijos estuvieran vivos, también se enteró del rescate de su nieto Óscar Bracamonte.
'Fue algo que me llenó de mucha alegría en medio de un panorama tan triste como ese. Es que uno se pone a mirar y es un milagro que se hubiera salvado, no solo mis tres familiares, sino las otras 20 personas que lograron rescatar, poco a poco, con la ayuda de los socorristas', dijo Madera.
No tendrían suerte
Aunque para Madera, por voces de otros trabajadores rescatados, sabía que sus demás familiares no habían tenido la misma suerte, tenía una pequeña esperanza de se tratara de un error.
Por eso decidió recorrer centros asistenciales en busca de que los médicos le dijeran algo distinto a lo que ya sabía. Pero no fue así.
En efecto, su esposo Rafael Mendoza Díaz había muerto bajo los escombros, de la misma forma que sus hijos de crianza Over Doney y José David Pastrana Llamas, y su yerno Wilmar Tirado.
Sentada en una silla plástica, en la morgue de Medicina Legal, Magaly Madera piensa en los planes que tenía junto a se su esposo y sus dos hijos de crianza, a los que decía 'quería como si los hubiera parido', y que se esfumaron debajo de las mismas piedras que sepultaron a 20 personas.
Por ahora, sin saber cómo será su futuro, Magaly Madera solo se concentra en culminar los trámites fúnebres para poder darles el último adiós a sus seres queridos.
Licencia falsa: ¿la evidencia de una curaduría clandestina en Cartagena?
En Cartagena solo hay dos Curadurías encargadas de aprobar licencias de construcción de edificaciones, sin embargo, desde hace algunos años, y ante tragedias como la ocurrida en el barrio Blas de Lezo, ha tomado fuerza la presunta existencia de la que algunos se atreven a llamar ‘Curaduría 3’, ‘fantasma’ .
¿Quiénes expiden esas licencias de construcción falsificadas? Frente a esa interrogante, el curador urbano 1, Ronald Llamas Bustos, quien confirmó que a construcción Portal de Blas de Lezo II exhibía una valla con una licencia falsificada, dio a conocer que existen personas dedicadas a 'cazar' construcciones a cuyos propietarios les ofrecen este tipo de artimañas.
'Lo de una Curaduría número 3 o ‘fantasma’, como algunos lo llaman, es algo de lo que se viene hablando desde hace muchos años. Pero, lo que no puedo asegurar, es que sean funcionarios o gente de la calle, o si lo hacen de forma conjunta. Quedó demostrado que una valla instalada en una obra no es la garantía para que sea legal, porque en el caso de Blas de Lezo así se evidenció', dijo Llamas.
De acuerdo con el Curador Urbano 1, en lo que va del año, a sus manos han llegado tres casos de licencias de construcción falsas.
Llama explicó, además, que las construcciones deben tener dos vallas a la vista. La primera, cuando se inicia el trámite. Y, la segunda, que es la definitiva, y que debe incluir elementos como el número de licencia, tipo de obra y el número de pisos de la edificación. Sin embargo, dijo que, la mejor manera de constatar la veracidad de una licencia, es consultando en las Curadurías.
El presidente Nacional de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, SCA, catalogó como una 'mafia' a quienes se dedican a la construcción sin tener licencia o falsificarlas. 'Hay que acabar con la mafia. No solamente en la ciudad (Cartagena), sino en muchas ciudades de Colombia, donde se construye sin licencia, y en la Oficina de Instrumentos públicos, que facilitan para que este tipo de irregularidades', dijo Romero.