Han pasado cinco meses desde el incendio de dos tanques de combustible en el muelle Compas, en la Vía 40, que apagó la vida del Sargento Javier Solano, quien durante 26 años hizo parte del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla y estuvo en la primera unidad que se dispuso a enfrentar la emergencia.
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Su partida aún duele, cuenta su hija Karol Solano, quien desde el pasado 24 de enero ocupa el lugar de su padre en la estación de Bomberos Javier Solano, que se encuentra ubicada en el barrio Las Flores y fue bautizada en su honor por su acto heroico.
'Fui trasladada al Cuerpo de Bomberos de Barranquilla. Ellos se contactaron conmigo al mes que mi papá falleció. Hice mi proceso y en medio del dolor se logró un sueño que compartía con él', sostiene la mujer en diálogo con EL HERALDO.
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Asegura que los días pasan y aún sus hermanos y ella no logran superar su partida. Dice que la ausencia que se vuelve más ruda por los procesos legales que han tenido que afrontar posterior al fallecimiento de su progenitor.
'Esto es muy duro, vamos poco a poco superándolo, pero no es fácil saber que él ya no está. A mí se me ha hecho más difícil tener que ver la estación que lo acogió, a la que siempre íbamos a visitarlo y que ya no esté ahí. No es fácil, sin embargo, logré cumplir nuestro sueño y ahí vamos', agrega Solano.
La indemnización
Pasear por los pasillos de los juzgados se ha vuelto parte de la cotidianidad de los tres hijos del sargento, producto de su primer matrimonio, y de la pareja sentimental que tenía previo a su deceso.
'Sobre la indemnización no sabemos nada. Lo último que me dijeron es que mi madrastra está llevando su proceso y nosotros otro, pero no nos han dicho nada. Las autoridades no se han contactado con nosotros para darnos razón de este proceso y ha sido complicado todo con algunos papeles, se ve muy atrasado', aseguró.
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Solano indicó que como familia son conscientes que estos trámites no se realizan en corto tiempo, sin embargo, afirmó que el silencio tampoco ayuda en su proceso de sanación.
'Lo que uno menos quiere es pasar por todo esto ya que es agotador; estamos afrontando una pérdida y tener que ir a juzgados es recordar eso tan feo que vivimos. Está mi madrastra y mi hermana por otro lado, todo eso es engorroso, de mucho tiempo y ajá nosotros somos sus hijos y nos sentimos mal por su partida', contó.
Finalmente, pidió la colaboración a las autoridades para que agilicen las investigaciones y los procesos que se adelanten para así poder tener un descanso de todo este dolor que los aflige desde el incendio.
Recuento de la emergencia
Hacia las 4: 30 a.m. del miércoles 21 de diciembre se registró el incendio en la empresa Bravo Petroleum, compañía que hace parte del Grupo Empresarial Bravo, dedicado al almacenamiento y transporte fluvial de combustible y está ubicada en la Vía 40 con calle 85, en el norte de Barranquilla.
Uno de los tanques de almacenamiento de hidrocarburos, apostado frente al río Magdalena, estalló y quedó envuelto llamas. Frente al hecho, el jefe del Cuerpo de Bomberos confirmó el deceso del sargento Javier Solano Ruiz, uno de los miembros del organismo de rescate que llegó a atender la emergencia en las nueve máquinas desplazadas hasta la zona.
Tras dos días de llamas, el 23 de diciembre los miembros del Puesto de Mando Unificado (PMU) dieron por terminada la emergencia en la zona industrial de Barranquilla. En su momento el alcalde Jaime Pumarejo indicó que adelantarían investigaciones para esclarecer los hechos, se indemnizaría a la familia del sargento fallecido y propuso un régimen laboral especial.
