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Un inicio de Semana Santa atípico, sin la presencia física de los fieles, se vivió este domingo en todos los templos de la ciudad que mantienen cerradas sus puertas por la contingencia del COVID-19. Barranquilleros vivieron la misa de Domingo de Ramos vía streaming para cumplir la cuarentena. Esta medida histórica también golpeó  a comerciantes que cada año subsisten de la venta de palmas.