Colombia no necesita más mártires. Necesita más conciencia. Más humanidad. Más proyectos de vida. Que este intento de asesinato no sea un punto más en la estadística, sino el punto de partida para mirar lo esencial: la vida, el respeto, el país que queremos dejarle a quienes vienen detrás.
En Barranquilla, más de 4.500 madres comunitarias exigieron recientemente al Estado condiciones laborales dignas. Cuidan de miles de niños, muchas veces sin garantías. Su protesta es un acto de dignidad y amor colectivo: piden respeto para su trabajo, pero también para la infancia que protegen.
Esta Cuaresma nos invita a renovar nuestra vida en todos los aspectos. El cambio no ocurre de inmediato, pero es posible. Nadie está condenado a ser la persona de sus errores. Cada día, podemos elegir quiénes queremos ser y qué rumbo tomar.
Esta capacidad se desarrolla con el tiempo, a medida que las mujeres asumimos roles de cuidado, liderazgo y toma de decisiones. No es solo un don, sino una habilidad afilada por la observación constante y la conexión emocional con los demás.
Este evento es mucho más que un concierto; es un símbolo de cómo la música une culturas, genera puentes y construye una identidad colectiva. Para la juventud, es una fuente de inspiración, un recordatorio de que los sueños, cuando se persiguen con pasión y determinación, pueden hacerse realidad. Es una invitación a no solo soñar, sino a vivir intensamente, con responsabilidad, cuidando lo que nos hace únicos, y celebrando nuestra herencia con orgullo.
La terquedad y la inconsciencia se agudizan especialmente en personas ambiciosas y también se pueden observar en personas con rasgos narcisistas o trastornos de personalidad. Estas personas suelen reinventar su propia historia frente a los hechos, adaptándola a sus intereses y creencias, y llegan a creerse sus propias mentiras.
Este Jubileo de la Esperanza debe ser una oportunidad para reconstituirse, para reconstruir los lazos rotos y sembrar un futuro lleno de posibilidades. Es momento de restaurar el respeto por la vida, por la familia, por el otro, sin importar su credo o condición.
A lo largo de la vida, todos enfrentamos situaciones complejas, como la transición a un nuevo colegio, la llegada de un hermano o la pérdida de un ser querido. Si los niños cuentan con las herramientas psicológicas adecuadas, pueden adaptarse mejor a estos cambios.
En un mundo cada vez más incierto, la impotencia se erige como un sentimiento omnipresente que afecta a millones de personas, minando nuestra salud mental y bienestar emocional.
Nos encontramos expuestos continuamente al cambio, las exigencias del mundo nos exponen a una dinámica de aciertos y desaciertos en nuestro proceder, a cambios constantes donde la incertidumbre y la diversidad son las únicas constantes.