Pese a que fue importante la noticia del fallo que parece devolverle a Barranquilla el control del Corredor Universitario, habrá que auscultar qué tan mala fue tal decisión para los residentes del sector incluido, cuánto pierden en inversión municipal. Que así como Elsa les hizo de todo, fijo con Álex les irá mejor. Hay que ocuparse del tema, pero ya habrá tiempo.
Lo blando a lo que alude Petro no se refiere al imaginario golpe sino a la realidad de la blandengue oposición, a la que parece bastarle con trinos mensajes y discursos que lucen más como acciones de campaña electoral, que firmes disposiciones para impedir que continúe la destrucción institucional.
El gobierno debe estimular la resurrección tanto de una liga de béisbol, para que haya torneos de aficionados, como de escuelas que instruyan a los niños, para mantener viva la afición a la pelota caliente.
Empero, las sanciones anunciadas no fueron selectivas, afectaron a Petro y al petrismo, que no nos representan, pero también al país y, lo ideal, es que las limiten a Petro y sus secuaces. Nadie se sintió agredido con lo de quitarle las visas al propio Petro, a sus funcionarios, a sus parientes, y a todo ideologizado o apoyador del petrismo.
Petro también estará padeciendo de colon hiperactivo. Las exageradas cifras de hectáreas de coca y su consecuenciales kilos de producción, más la baja incautación lograrán que el gobierno gringo mire hacia acá, para eso tiene a Marcos Rubio, quien está muy enterado de nuestra situación política, y de los apoyos gubernamentales a los grupos subversivos, ya denominados por Trump como terroristas narcotraficantes a los que prometió combatir.
La cosa es falta de alcalde, que un año después no se ha visto su gestión. Seguro ha pavimentado algunas callecitas urbanas, pero lo que le corresponde son las obras trascendentales, visibles, que aporten. Porque Puerto tiene los buenos ingresos que deben generar las urbanizaciones fuera del casco urbano.
González correrá el riesgo de que lo encanen apenas pise su país, y también la aguerrida María Corina, hasta hoy en una clandestinidad que seguro interrumpirá con su pupilo al lado. La cosa, entonces, parece que dependerá de la violencia tanto en la manifestación popular como en la represión que cause.
El cambio de año es simplemente pasar una hoja más del calendario, y las cosas seguirán como venían. O sea, no habrá vida nueva para la generalidad de las personas sino, excepcionalmente, para circunstancias específicas.
Suficiente que ahorita cambiaremos de año, o sea que casi llegó el 2025, para nada sirven los lamentos por lo que no fue, así que estamos ya inmersos en definir los propósitos del año nuevo.
Hasta los virus perdieron su prestigio. Hoy los combaten fácil, parecen ser frágiles, y lo que asusta son las bacterias, que las hay de todo tipo, hasta de dos patas, y que al revés de éstas, son difíciles de identificar.