Ningún ministro le sirvió, y entonces quedó preso de su propio egocentrismo, sus fantasías desbordadas, y sus adicciones que lo movieron a tratar de gobernar, cosa que nunca aprendió, y el resultado es el desastre en el que se encuentra sumido el país.
Ahora se inventó un Cabildo Abierto en todas las ciudades comenzando, claro, por Barranquilla, por ser la ciudad natal de Mauricio Gómez y de Carlos Méisel.
El gobierno monta Consejos de seguridad, rechazos verbales, estériles anuncios de operativos para no repetición, imputaciones a granel, conmociones y decretos que nada solucionan; con o sin ellos todo igual, no pasa nada. Mientras, dirigentes y gremios siguen criticando a Petro con memes y mensajes aterrados.
Entonces ahí seguirá y pretenderá continuar su tarea destructiva, ya acabó con la salud, tiene diezmada y desmotivada a la fuerza pública, todos los días vilmente asesinan a soldados y policías sin que le merezca sino mezclarlos con datos fúnebres generales. Está destruyendo a Ecopetrol, acabando con el petróleo, el gas, y la economía, insertando mayorías en las cortes, pretende tomarse al país.
Las trampas vinieron una vez elegido, porque nunca supo hacer nada, no sabía cómo gobernar ni manejar el aparato público, así que, tal como en la desastrosa alcaldía, montó un equipo gubernamental de inútiles ignorantes que, ávidos de poder, empezaron a inventar barbaridades, y a engolosinarlo con la montada de trampas, según ellos, ingeniosas. Ahora todo es trampa
Fue un abanderado de la paz (Cómo será Santos de tramoyero que hasta al Papa engañó con su falsa paz), pero de la paz mundial alterada por conflictos entre países. Propugnó por la protección del medio ambiente, pidiendo cuidar la tierra, casa única de todos.
Pero hoy es Jueves Santo, día especial para perdonar y olvidar. Y para conmemorar el Santo Sacramento de la Eucaristía, y el Orden Sacerdotal. También para celebrar el triunfo de Noboa, y para lamentar la partida de Mario Vargas Llosa, la mejor y más prolífica pluma de América. Y claro, para hacer un paréntesis en las vacaciones, y meditar y orar por Trump, para que nos apoye contra Satanás. Y para rezar mucho por la suerte de este país que tanto necesita la oración.
Por ello es inútil hablarles de los aviones que alguna vez criticaron, o de algún otro desvarío; mienten porque mentir es un vicio, el vicioso no razona, sólo reincide. Así que hay que detener el avance destructor, porque la cosa no va a cambiar: el petrismo es como el puerco pollero.
También la cosa podría interpretarse como que a los encuestados, por lo menos en Barranquilla, les importa un pito lo que por allá en Bogotá resuelvan, nunca nos han parado bolas, y que lo importante es apoyar a Álex, con él no necesitamos a los cachacos, y por ello el alcalde puntea de lejos en todas las encuestas, para piedra de Petro y de los petristas.
O se lo aprueba, no sabemos. Otros sostienen que hay que negarla de plano, no importa su reacción, nunca ha tenido éxito, y así darle a Petro una palera electoral que lo aterrice.