La votación prueba que Petro perdió definitivamente las mayorías en el Senado. No es un asunto menor. Ratifica la independencia del Congreso y permite suponer que en el Senado votarán en contra de dos esperpentos que pretenden aprobar, la ley de Sometimiento y la Tributaria.
A los sobrevivientes al ataque no les brindaron apoyo. Siete de los uniformados murieron abandonados y esperando la asistencia, que no llegó sino en la mañana del día siguiente. “Se fueron muriendo poco a poco”, dijo el secretario de Seguridad de la Gobernación. ¿Cobardía? ¿Incapacidad? Inexplicable.
Una posibilidad que tiene que tener muy preocupados a Maduro y su gente. Las multimillonarias recompensas habrán despertado una creciente paranoia sobre infiltraciones, espionaje y doble juego.
Sí, necesitamos unidad. Pero no con Petro y su izquierda extrema. Solo le serviría a él para mitigar la críticas y esconder la pésima gestión de su gobierno corrupto, incompetente y mediocre.
Es probable que hoy en Colombia haya menos habitantes que los 52 millones de las cifras oficiales. De hecho, según el BanRepública, el decrecimiento empezó en 2022, 30 años antes de lo que preveía el DANE. Y todo muestra que la población seguirá bajando.
Lo que debiera ser digno de aplauso, que en Colombia se juzgue por fin a un presidente, termina siendo, por el fin y por la forma, un oprobio para la justicia misma y para el estado de derecho.
Si condenan a Uribe, con flagrante violación a sus derechos y en contra de la evidencia, se enviará el mensaje de que la justicia puede ser manipulada con propósitos políticos y de que cualquier inocente puede ser sacrificado sin pruebas en los juzgados.
El próximo gobierno necesita una amplia mayoría en el Congreso tanto para las contrarreformas a los desvaríos de la izquierda como para impulsar los proyectos de ley que se requieren para la reconstrucción. Es previsible que ningún partido tendrá mayorías y que se requerirán alianzas para conformarlas.
Es indispensable conseguir una mínima unidad del centro a la derecha que permita tener un candidato viable, con posibilidades reales de pasar a segunda vuelta. Hay que dejar de lado egos, vanidades, aspiraciones personales y las diferencias políticas menores.
Distintas fuentes periodísticas ecuatorianas afirman que Petro en Manta se habría reunido tanto con políticos del movimiento de Correa como con Fito o personas de su confianza. Hace cuatro días Petro dijo que “en Manta escribí, ese domingo, 25 [de mayo], unas treinta páginas” de un libro.