O votas o te boto
La salvación de nuestro país no radica en la imposición de nuevos impuestos; la verdadera solución está en combatir la corrupción y en enfrentar a los corruptos.
La salvación de nuestro país no radica en la imposición de nuevos impuestos; la verdadera solución está en combatir la corrupción y en enfrentar a los corruptos.
Las posturas del presidente Petro no reflejan la voz del pueblo colombiano; se enmarcan más en su esfera personal que en un compromiso con la realidad nacional.
Para mejorar la educación hay que aumentar el hábito de la lectura. Mientras no nos eduquemos, seremos idiotas útiles al servicio de la corrupción y estaremos sometidos en la pobreza, a la desgracia y a la violencia.
Este espacio actúa como un puente entre el mundo humano y el universo, donde se comparte conocimiento y se toman decisiones vitales, siendo quizás la más significativa el contacto con lo espiritual y la naturaleza.
La novela transporta a los lectores a un mundo donde la magia y la realidad se entrelazan en medio de la violencia que azota las regiones remotas de Colombia, específicamente en las montañas de la serranía de San Lucas.
El fin de los billetes se aproxima a gran velocidad: sistemas de pago digital, criptomonedas y billeteras digitales están desplazando los billetes y monedas que durante años nos acompañaron.
Los hombres de Dios no se dedican a la política, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, ¡los falsos pastores si lo hacen!
Se cumplen 709 días de gobierno y faltan 388 para finalizar el periodo constitucional del actual gobierno, y el Pacto Histórico que llegó al poder para imponer la justicia, la igualdad y mejorar la calidad de vida de los colombianos no ha cumplido con sus promesas.
Lo más sorprendente de toda la obra fue encontrar en la página 153 el relato de una conversación que sostenían en París, en 1982, Gabriel García Márquez y Enrique Santos sobre la izquierda colombiana, en la cual se expresa textualmente: “Enrique y Gabo se habían enzarzado en una conversación sobre la izquierda colombiana, que no iba a conseguir un carajo mientras no dejaran de comerse entre sí como caníbales”.
Un Estado debe garantizar la seguridad a sus ciudadanos. La observancia de la ley es de estricto cumplimiento. Es deber del Estado mantener el orden justo en todo el territorio, garantizar la vida y la protección de los bienes, respetando los derechos humanos fundamentales por igual tanto de las victimas como de los victimarios.