Cambiar lo que funciona sin tener una mejor alternativa nos puede costar caro. Lo que debemos hacer es fortalecer el sistema que ya tenemos y asegurar que siga siendo confiable, sostenible y justo para todos.
A futuro tendremos que seguir trabajando para que nuestra matriz no solamente sea confiable, sino que tenga complementariedad eficiente entre las tecnologías que la componen, reconociendo los aportes de cada una al adecuado funcionamiento del sector en Colombia. ¡Sin confiabilidad eléctrica no hay transición energética!
En ese sentido, invito a todos los actores del sector e interesados en este a informarse muy bien antes de hacer afirmaciones incompletas, además de ser responsables con la información que emiten, relacionada con el funcionamiento del sector eléctrico que ha generado confianza en los últimos 30 años.