Existen tantas formas de manipulación como el número de personalidades. Si se considera que el manipulador se vale de todo tipo de herramientas o recursos para alterar la comprensión de la realidad o lograr sus objetivos, manipular es una palabra muy poderosa. Es la sofisticación o la devaluación del fraude a través de la imaginación propia de la mentira.
Es la elegancia de la persuasión. La poesía de la razón expresada con detalles, gestos e intenciones. Contiene el símbolo de la belleza y el atuendo preferido por las palabras.
El mejor equipo no es el que siempre te aplaude. Son quienes están dispuestos a decirte lo que piensan, sienten o consideran, aunque no te agrade. La lealtad no es un asunto de halagos, servilismos, ni lisonjas. Es el músculo de las convicciones. Es muy difícil serle leal a quien no se le cree, a menos que sea un deber, una obligación o una gran responsabilidad.
Un padre es un sabio con alma de niño, el viejo con fuerza de joven, ese héroe enseñando que ser el rey de la casa no es un criterio autocrático ni absolutista: Es un gesto propio de la cualidad otorgada por la nobleza de quien antepone su interés personal por el bienestar de la familia: El ser alcanza la proyección de la eternidad al compartir todos sus dones.
Si los resultados importan, la forma cómo se muestran, revela si la galería es capaz de colocar las piezas de arte en los estándares que les corresponden. Una joya incrementa su valor si aparece en la ocasión ideal para brillar. La etiqueta, el protocolo, los usos, las formas, las tradiciones y las costumbres no son maquillaje en el rostro del líder: Son el contexto que vuelve atractivo al contenido.
Ese grito que reclama atención, consideración, respuesta o reconocimiento ha sido arma, recurso, derecho, prioridad y muchas veces también sirve de excusa para proclamar lo injustificable. Especialmente cuando las razones son muy inferiores a los beneficios.
El pensamiento es el músculo de los sueños. Las ideas consagran la disciplina de la mente: Eres lo que crees que fuiste, lo que piensas hoy y lo que decidas mañana. La magia del prestigio es la tradición. El poder del honor reside en el valor. La fuerza de la idea es la evidencia de que puede ser realidad.
La populanada es el descontrol permanente de la personalidad, buscando reconocimientos, méritos, honores, privilegios, exaltaciones, condecoraciones, respaldos, seguidores, fanaticadas y partidarios, sin el contenido o las cualidades que generen amplios niveles de admiración de forma espontánea o natural.
Todos los días son buenos momentos para agradecerles lo que han hecho por nosotros. Díselo, llámala, invítala y ten un detalle que deje evidencias de tu gratitud. Si ya no está honra su memoria.
De ti depende que ellas celebren su propia autorrealización.
Quienes practican conductas recurrentes asociadas con engaños, trampas, mentiras, manipulaciones y principalmente la ingratitud, adquieren el hábito propio de los traicioneros: La deslealtad se vuelve costumbre para la lógica de la conspiración.