Hemos endiosado al celular, convirtiéndolo en nuestro medio de relacionamiento, desdeñando el contacto directo con la realidad, volviéndonos instrumentos de la digitalización: “Es el teléfono inteligente el que nos utiliza a nosotros, y no al revés.
La sociedad necesita promover la democracia que, si bien no es el sistema perfecto, sí es el sistema político óptimo que ha logrado construir la sociedad humana y se encuentra en permanente evolución, al mismo ritmo en que evoluciona y crece la humanidad. Es, sin duda, perfectible, y necesita del aporte diario de todos para ser mejor. 
Es insensato que la humanidad siga adoptando esta lamentable salida a sus diferencias, invirtiendo cuantiosas sumas económicas en la guerra y tecnificando cada vez más sus armas para una aniquilación más potente y efectiva, en lugar de priorizar el diálogo, el bienestar común y la convivencia pacífica.
Hay diferentes recomendaciones como llevar un diario para anotar lo que queremos agradecer y a quiénes, incluso tratándose de asuntos espirituales como el agradecimiento al ser superior o a la naturaleza o, simplemente, sentir estima y gratitud con la vida; también, actividades cotidianas como elogiar a un compañero de labores o alguien con quien vamos a interactuar o dar un detalle a alguna persona a la que queremos agradecerle. 
Y más allá del reconocimiento de derechos, también es un imperativo social la reivindicación de la mujer frente a la discriminación, la exclusión histórica y la violencia irracional, al igual que el respeto y la visibilización de la percepción personal de la identidad de género y/o sexual. 
Las vacunas no solamente previenen enfermedades y aminoran el impacto de algunas que pueden ser mortales o producir secuelas importantes, sino que también disminuyen su propagación en las comunidades, generando inmunidad en la población, al tiempo que reducen costos en los sistemas de salud pública.
Las políticas de desarrollo productivo deben impactar directamente en la sostenibilidad y en la inclusividad y justicia social. Si el crecimiento económico no prioriza a las personas y el entorno natural, de ninguna manera será sostenible y, mucho menos, perdurable. 
Es sustancial que todos sepamos identificar las señales que apunten a que alguien esté pensando en la posibilidad de autolesionarse, para brindarle nuestro apoyo y buscar ayuda profesional.
Celebremos el acervo cultural de este amado terruño, conociendo, reconociendo y promoviendo la conservación de cada uno de los símbolos que representan nuestra diversidad e identidad sociocultural. Además, es nuestra responsabilidad enseñarles a las futuras generaciones su inconmensurable valor y la importancia de salvaguardarlo.
Estoy seguro de que, aún tras su partida, las ideas y la obra de este gran pensador, intelectual, político, diplomático y periodista se mantendrán como referente paradigmático no solo para el Caribe sino para el país.