Columna de opinión | Los méritos de un Junior finalista
No me gusta cuando se dice que todo lo del Junior es sufrido. Pero sí, la historia nuestra dice eso.

No me gusta cuando se dice que todo lo del Junior es sufrido. Pero sí, la historia nuestra dice eso.
Mejor final, imposible. Junior derrotó 2-1 a Nacional en el Metro, con 44.260 aficionados en pie de fiesta, en gran partido que tuvo de todo.
Junior, que entró quinto para jugar semifinales, hoy es primero del grupo más fuerte, por encima de DIM, que fue primero, y de Nacional, que fue tercero. Esto para volver a corroborar que es ‘borrón y cuenta nueva’.
Y aquí estamos, otra vez, con el Junior camino a otra estrella en diciembre. Su primer rival será Medellín, el primer clasificado del grupo de los ocho. Pero a partir de ahora es game over, borrón y cuenta nueva.
El fútbol produce un carrusel de emociones que te lleva de la alegría a la tristeza, de la tristeza al éxtasis, del éxtasis a la decepción, de la decepción a las lágrimas y otra vez a la alegría. O sea, te pasea, en 90 minutos, por todos los sentimientos que los seres humanos experimentamos.
Este equipo no sólo es el pan nuestro de cada día sino el almuerzo y la cena.
No es que uno no espere la muerte, sino que nos ha tocado la ausencia, casi que simultánea, de personas con las que vivimos situaciones de vida. Y a mí, particularmente, me golpea muy fuerte. Nunca aprendí a manejar el tema.
Épica la clasificación del Junior de Barranquilla a la postemporada de la Liga. Esta vez no tuvimos que esperar a la última fecha y el punto 31 se consiguió, en medio de un jolgorio desenfrenado como hacía ratos no se daba, con 4 fechas de anticipación.
Junior debía ganar y lo hizo. Es que con esos tres puntos necesita tres más para clasificar con anticipación. Y eso es un mérito incuestionable…
En el deporte hay carreras como de autos, ciclas, caballos, natación, patinaje. No hay carreras de fútbol. El fútbol de carreras no existe.