Para mí, lo importante de esta situación es que debe servir de campanazo de alerta ante todo lo que están viendo y escuchando nuestros hijos y nietos. Esto es apenas la punta del iceberg de un bloque enorme que emerge ante nuestras vidas sin que podamos contenerlo o ignorarlo.
Cuando les digo la forma de superar esa dificultad, casi salen corriendo de la consulta por el compromiso para los padres y el alumno: hay que practicar la lectura, la comprensión y el almacenamiento de la información de lunes a domingo.
Depresión es estado de ánimo bajo casi todo el día casi todos los días, disminución o pérdida del interés por lo que antes producía placer, baja autoestima, autorreproches, pensamientos negativos, ideas de muerte, ideas suicidas, trastorno de la alimentación, trastorno del sueño.
Fui recibido en este mundo por una mujer que me educó con un timbre de voz sereno y firme. Y una risa modulada de acuerdo con las circunstancias. Y la gestualidad de la maestra de escuela. Y el ritmo de sus movimientos al escribir en el tablero. Y esa energía para mantener la atención de sus alumnas.
Desde esta perspectiva es claro que tenemos muchos factores de violencia que afectan nuestra salud mental y muy pocas medidas de protección, personales, familiares, escolares o sociales. Lo que me lleva a plantearme una duda diagnóstica acerca de la salud mental de la ciudad y el Departamento.
Me tomé el atrevimiento de llamar al Distrito 21 de la Policía de Chicago con la idea de hablar con el sargento Hank Voight para plantearle la situación que estamos viviendo a ver qué se le ocurre para resolver una problemática muy compleja en una ciudad que no se merece lo que está sucediendo.
El escenario en el que no quiere estar ninguna persona con trastorno de estrés postraumático es el consultorio del psiquiatra o del psicólogo, porque allí se van a remover todos los dolores psíquicos para ser resueltos, no desde la lágrima o la queja, sino desde la denuncia del acto atroz como algo que debe ser castigado por la justicia y la sociedad como acción sanadora.
El abuso sexual es el ejemplo para definir atrocidad, vale decir, el acto abominable de un ser humano en contra de otro, lo cual deja en la víctima una herida para toda la vida. No hay agua, esponja y jabón capaces de borrar esa mancha del cerebro y las consecuencias sobre el desarrollo de su personalidad.
El lema le cae como anillo al dedo a la situación en la Universidad del Atlántico porque le permite a sus directivos elaborar un plan psicoeducativo a la comunidad citadina y del departamento que ayude a cambiar el discurso negativo acerca del suicidio y del suicida, por una narrativa que la población pueda entender y le brinde herramientas para detectar y organizar la ruta a los puestos de información que la universidad tendría distribuidos por la ciudad para guiarlos hacia la atención especializada.