Los aficionados del Unión Magdalena hemos sido siempre, desde el siglo pasado, respetuosos de los colores de la bandera y la camiseta, la insignia por encima de todos los equipos del mundo; y, también, responsables con la seguridad y la vida del rival, una bandera para respetar que sólo puede ser derrotada con buen fútbol.
Al paso que vamos, terminaremos comunicándonos en español mediante señas porque, además de tener varias bibliotecas distritales de la ciudad cerradas y sin esperanzas de que vayan a abrirlas para que nuestros hijos y nietos puedan enriquecer su lenguaje, ahora le apareció una competencia que nos supera a los que insistimos en hablarlo bien, la tecnología.
Tercer Encuentro de Autismo del Caribe Colombiano, como lo he denominado, por lo que no tuve en cuenta que la fecha escogida, 26 de abril, coincidía con la celebración del Día del Niño, que ya habían organizado muchos padres, quienes me llamaron para que tuviera en cuenta ese detalle y si podía cambiar la fecha. Así que, ahora será el sábado 17 de mayo.
No es mala suerte, ni mala preparación física, ni culpa del técnico, son los jugadores y esa mentalidad que se les nota de no saber cómo ganar un partido; es tan evidente que los rivales lo saben y les basta con apretarnos un poco para derrotarnos. Los únicos que no sabemos cómo acabar con ese sino derrotista son nuestros futbolistas.
Más preocupante aún es escuchar a muchos padres, incluso a colegas de diversas especialidades, lanzar la expresión “es que ya viene la adolescencia”, por lo que hay que esperar que el menor se convierta en alguien del cual se puede esperar cualquier conducta de difícil manejo tanto en casa como en el colegio o la sociedad.
Este tercer encuentro es producto de la necesidad de aclarar los mitos y creencias falsas, por lo que mi compromiso es aportar todo el conocimiento científico actualizado para garantizar un diagnóstico preciso, así como el nivel de funcionalidad. El reto es enorme por la presencia en la sociedad mundial de un crecimiento del 1.500 % del número de casos en los últimos 40 años, y lo que nos espera, porque ese aumento no se va a detener.
He escuchado cualquier cantidad de disculpas que les dan a los pacientes en cada EPS para no responder con sus obligaciones, pero la última que me tocó es lo máximo: dígale al doctor que cambie el diagnóstico para poderle entregar ese medicamento. Preocupado ante semejante argumento, pregunté al paciente si había sido un médico quien le dio esa respuesta y me responde que fue una secretaria.
Es duro lo que voy a decir, pero, es inocultable para el país futbolero el pobre espectáculo que desarrolla mi equipo en la cancha y, lo que es peor, no hay un solo jugador samario que nos represente como miembro de una cantera de la que salieron jugadores que jugaban al fútbol de una forma particular que permitía identificar el gen futbolero samario.
Este satélite dando vueltas en mi cabeza se debe al malestar que me produce el escuchar y analizar la expresión verbal de niños y adolescentes en la consulta, una sensación de vacío al no encontrar sustancia en lo que dicen, como si faltara algo. La medicina obliga a la observación del lenguaje corporal y la psiquiatría al análisis del discurso.
Para mí, el espíritu es aquello intangible producto de la unión de todas las inteligencias del ser humano puestas a su servicio para el disfrute de la vida. Puedo afirmar con toda certeza que estos chicos y chicas no están disfrutando la vida en su verdadera dimensión porque desconocen aquello que realmente enriquece ese espíritu, el tesoro que hay en la lectura.