El 20 de enero de 2025, posesión de Donald Trump, el aspergeriano más rico del mundo será el líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental, un invento que pretende desmantelar la burocracia, reducir los gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales, incluido el FBI.
Decidimos armar una fundación cultural y la llamamos, por supuesto, Fundación Cultural Casita de Paja, con la cual hicimos presencia en diversos planos de la cosa cultural de la ciudad, en los que repartíamos los escritos que hacían algunos de los miembros acerca de cultura en general; así como en las emisoras, en las que hablábamos de música salsa.
Una parte muy importante de mi vida agradece la experiencia en ese rumbeadero del Barrio Rebolo en el que me sentí como un ser humano en medio de otros seres humanos que me brindaron su amistad y aceptaron la mía de la manera más empática, en el respeto por el otro.
Mi aprendizaje se inició desde ese primer día descrestado por el pulso firme y la precisión de El Flaco Alberto para cambiar la aguja de un acetato al otro en el momento exacto en que termina una canción y empieza otra.
Volví a sentir aquella emoción in útero cuando sucede algo dramático con la camiseta azul grana. Era una sensación desagradable, algo malo estaba pasando, lo que se comentaba en las redes era difícil de asimilar.
También hay que reconocer que el Unión Magdalena no jugó el mejor partido, aunque sí mantuvo una actitud digna de una final dentro de la confusión en algunos pasajes, pero fueron capaces de corregir sin que el técnico Jorge Luis Pinto tuviera que desgañitarse para decir lo que tenían que hacer.
No me voy a suicidar si mi equipo no asciende, pero me dolerá muchísimo, no por lo que diga mi amigo, sino porque eso crea mentalidad de perdedores, algo inaceptable en una ciudad en la que no sólo se ha jugado siempre buen fútbol sino que, además, ha sido exportadora de futbolistas de talla nacional y mundial.
Como sociedad que vive a diario un trastorno de estrés traumático quedamos a la espera de parte de las autoridades de un movimiento real y efectivo en defensa de la mujer, porque hasta ahora no hay nada.
Lo primero que les aclaro es que no estoy hablando de golpear o maltratar verbalmente, sino de algo que haga entrar en razón al hijo porque lo confronta con sus deseos versus el orden o la disciplina que pretendemos imponer en casa para que haya un sentido de autoridad de los padres y de aceptación de la norma por parte de los hijos.
Para mí, lo importante de esta situación es que debe servir de campanazo de alerta ante todo lo que están viendo y escuchando nuestros hijos y nietos. Esto es apenas la punta del iceberg de un bloque enorme que emerge ante nuestras vidas sin que podamos contenerlo o ignorarlo.