Inspirada en la vida de Shakespeare, ‘Hamnet’, de Chloé Zhao, es una historia profundamente conmovedora sobre el duelo familiar tras la pérdida de un hijo. Con destacadas actuaciones de Jessie Buckley y Paul Mescal, el filme indaga en el dolor que daría origen a ‘Hamlet’.
Basada en la novela homónima de Valter Hugo Mãe, esta obra no solo invita a reflexionar sobre la familia como un concepto flexible y en constante transformación, sino que también propone cuestionar las convenciones sociales que limitan el afecto y la diversidad.
Los temas del rechazo, el abuso, la culpa y el arrepentimiento atraviesan toda la narración. El Frankenstein de Del Toro es, ante todo, una historia de padres e hijos que no pretende sorprender por lo que cuenta —conocemos bien la trama— sino por cómo la hace sentir.
‘Fue Solo un Accidente’, una reflexión sobre la fragilidad de la memoria, una meditación sobre la justicia y un recordatorio de que, incluso cuando todo está prohibido, el cine puede seguir siendo un acto de resistencia.
La película invita a reflexionar sobre libertad, codicia, derechos individuales y los límites éticos en decisiones que involucran a personas mayores. Hendler transforma una situación dolorosa en una sátira inteligente que evidencia arbitrariedades institucionales sin renunciar a la emoción.
La película subraya que, aunque los roles de género han evolucionado, la carga cotidiana del cuidado de los hijos suele recaer todavía en las mujeres.
Se estrenó en el pasado Festival de Cannes y, pese a sus excesos, ofrece un punto de partida valioso para reflexionar sobre la depresión, en especial la que acompaña el periodo posterior al parto, un territorio todavía lleno de silencios y prejuicios.
Belén invita a reflexionar sobre los derechos conquistados a través de la lucha y recuerda que deben seguir defendiéndose, porque así como se ganan, también pueden perderse.
Más que un relato policial, Mente maestra es un retrato de época, con un trasfondo de ironía y algo de nostalgia. Reichardt recrea con sutileza el clima social de la Guerra de Vietnam, donde la desilusión y el desencanto se mezclan con el deseo de huir de una vida aparentemente perfecta.
No es una película para todos los públicos, ni lo pretende. Es más bien una pieza que pide paciencia, empatía y cierta disposición a dejarse llevar por lo que no se dice.