Las más de 250.000 tutelas presentadas por los usuarios en 2024, y sobre las cuales ha llamado la atención la Corte Constitucional, importan poco al Gobierno. Estamos frente a un claro y ostensible desacato. ¿Qué estará esperando la Corte para actuar ante semejante situación?
Cada día es más urgente conectar a internet a los colombianos carentes de ese servicio esencial para impulsar las condiciones de competitividad de un país.
Corresponde al país reconocer el trabajo serio y responsable de la Rama Legislativa y muy en particular de su presidente, el senador Efraín Cepeda, que supo pararse en la raya frente a los múltiples insultos y desafíos de los que fue objeto.
Vamos para tres años, tres flamantes congresos y nada les resuelven porque Petro ha sido muy claro en señalar que las carreteras son para los ricos y que los recursos deberían emplearse en otros frentes.
Esperemos que los parlamentarios sigan por esta misma ruta en el resto de la legislatura y hundan responsablemente las reformas de la salud, la laboral y, por supuesto, la mal llamada reforma política.
Pero este 2024 sí se llevó todas las palmas. Los asistentes no daban crédito a lo que oían. Arrancó Juan Martín hablando de la obra pública en la reactivación. Cuál reactivación si el crecimiento del sector ha sido negativo, con bajísima ejecución presupuestal y tuvo un recorte presupuestal de $ 1,38 billones.
Es escandalosa la mora que impera en las decisiones judiciales y son muy pocos los despachos que cumplen los términos legales.
Cómo hacer para que el país entienda que simplemente Petro y sus compinches no contemplan irse del Gobierno. ¿Es tan difícil?
En Bogotá hay que acelerar todos los proyectos de entradas y salidas de la ciudad. Iniciar la construcción de la ALO sur, centro y norte. Intervenir la calle 80, la 13, la salida sector 1 a Villavicencio y, claro, terminar la perimetral de Oriente, a hoy ejecutada en un 50 % y suspendida también por temas ambientales.
El Gobierno fracasó en su responsabilidad de buscar consensos, y no es de extrañarse, pues los mensajes de Petro fueron nefastos y el tono general de vaciada cayó pésimo entre los potenciales donantes.